Buenas noticias para los cafeteros. Un estudio ha demostrado que el café reduce el riesgo de alzhéimer cuando se bebe en grandes cantidades. La universidad Edith Cowan (Australia) ha descubierto que las personas que más café consumen, tienen menos riesgo de padecer un deterioro cognitivo leve, lo que en muchas ocasiones precede a la enfermedad del Alzheimer.
Frontiers of Aging Neuroscienceha publicado el estudio que ha seguido la pista de 200 personas en Australia durante 10 años. Samantha Gardener, la investigadora principal del estudio ha explicado que las conclusiones muestran una asociación entre el café y alguno de los marcadores importantes relacionados con el alzhéimer: "Detectamos que los participantes sin deterioro de la memoria y con un mayor consumo de café tenían un menor riesgo de transición a un deterioro cognitivo leve, que menudo precede a la enfermedad de Alzheimer, o de desarrollar esa enfermedad, durante el transcurso del estudio", explica en la investigación.
Las personas que bebieron más café obtuvieron mejores resultados en aspectos relacionados con la función cognitiva, en concreto con la ejecutiva que engloba la planificación, el control y la atención.
El café en grandes cantidades desacelera la acumulación de la proteína amiloide en el cerebro, uno de los factores claves en el desarrollo de esta enfermedad.
Hay que seguir investigando
Gardener ha matizado que aún así se necesita seguir investigando, ya que esta conclusión "podría ser particularmente útil para las personas con riesgo de deterioro cognitivo, pero que no han desarrollado ningún síntoma". De esta manera, Gardener considera que el café podría ayudar a retrasar el alzhéimer, y de esta manera "podríamos desarrollar algunas pautas que la gente pueda seguir en la mediana edad y, con suerte, podría tener un efecto duradero".
La investigación recomienda el café doble para las personas que solo tomen una taza al día, aunque no especifica la cantidad máxima de tazas al día que proporcionaría estos beneficios.
Por otro lado, el estudio no estableció diferencia alguna entre el café con y sin cafeína, ni los beneficios o consecuencias que puede tener su preparación (leche, azúcar, método utilizado). Por eso, Gardener asegura que hay que seguir indagando en esta relación ya que "Necesitamos evaluar si el consumo de café podría recomendarse algún día como un factor de estilo de vida destinado a retrasar la aparición de la enfermedad de Alzheimer".
Los investigadores no han podido determinar con total precisión qué componentes del café son beneficiosos para la salud del cerebro. Y aunque la cafeína se ha relacionado con el retraso de esta enfermedad, puede que no sea el único contribuyente.
Sobre el autor:
Laura Moro
Laura Moro es graduada en Periodismo y Comunicación Audiovisual por la Universidad Carlos III de Madrid, y está especializada en temas de salud y género. Su trayectoria profesional comenzó en Onda Cero Talavera.