Mariola Báez
Alimentación
Bebidas saludables que puedes tomar, bien fresquitas, este verano
Incrementar los líquidos en la dieta de las personas mayores es básico en los meses de más calor
Como recuerda la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (@sociedadSENN) el agua es el principal componente del cuerpo humano y resulta imprescindible para que nuestro organismo pueda realizar cualquier proceso fisiológico, desde la digestión, hasta el buen funcionamiento del sistema circulatorio.
El calor del verano eleva la propia temperatura corporal. A través del sudor, perdemos agua y sales minerales que hay que reponer incrementando la ingesta de líquidos.
Hidratación óptima, sana y deliciosa
La Sociedad Española de Geriatría y Gerontología (@seggeriatria) señala la importancia adaptar la dieta de los adultos mayores a sus necesidades específicas y también a circunstancias concretas como puede ser el aumento de las temperaturas en verano. Comidas más ligeras, pero que aporten todos los nutrientes esenciales, y líquidos que proporcionen una buena hidratación, son las claves de una dieta de verano que nos mantenga sanos y prevenga los temibles golpes de calor.
Como alternativas a los tradicionales refrescos, muchos de ellos con exceso de azúcares y gas, entre las propuestas de bebidas saludables, perfectas para el verano, puedes elegir:
- Limonada. Tener una jarra bien fría de limonada natural en la nevera es una excelente idea para calmar la sed de manera inmediata. El limón, además, te va a proporcionar un extra de vitamina C y E, junto a minerales como el potasio, el calcio y el fósforo. Si necesitas más razones para tomarla… es ideal para depurar el organismo y evitar los “michelines” post verano.
- Té helado. Una delicia que, además, puedes preparar a tu gusto. Té verde, rojo, roiboos… tan sencillo como hacerlo en infusión y mantenerlo muy frío para tomarlo cuando te apetezca. Como sugerencia, prueba a hacer un auténtico té moruno, con azúcar moreno y aromática hierbabuena. Se convertirá en tu resfresco favorito.
- Granizados “rojos”. Sandía, arándanos, fresas… son una fuente extraordinaria de antioxidantes que debes aprovechar. Solo tienes que licuarlos o triturarlos y mezclarlos con hielo picado. Así obtendrás un granizado natural, para refrescarte y cuidarte a partes iguales.
- Zumo de tomate. Salvo que tengas problemas de acidez o reflujo gástrico, el zumo de tomate, con mucho hielo, un pellizco de sal y uno de pimienta, es una bebida ideal para el verano. El tomate, rico en licopenos, no solo te va a hidratar en profundidad, sino que va a ayudar a proteger tu piel de la acción de los radicales libres después de un día de sol y playa.
- Aguas afrutadas. Las tienes embotelladas pero, ¿por qué no hacerlas tú? Tan sencillo como preparar una jarra de agua y añadirle las frutas que prefieras: melocotón, kiwi, mango, piña… tú eliges el sabor que prefieras para hidratarte de la manera más natural.