Rosa Roch
Rosa Roch es redactora especializada en temas de salud, alimentación y gastronomía.
… saber más sobre el autorLa avena es uno de los cereales más valorados y recomendados a la hora de llevar a cabo un dieta, por lo rápido de su preparación y por lo fácil que es incluirla en el menú, en copos o en bebidas; pero también por sus grandes beneficios para la salud.
Si bien es excelente para las dietas de adelgazamiento, gracias al efecto saciante que produce la avena al aumentar su volumen en el estómago, es importante no convertir el agua de avena en el principal alimento de una dieta pues, si bien el agua de avena aporta mucha energía, vitaminas y minerales, no contiene todos los nutrientes necesarios para llevar una dieta equilibrada y no sería para nada recomendable a la hora de perder peso de manera efectiva y saludable.
En cuanto a otras propiedades y beneficios del agua de avena podemos citar algunos de ellos:
El principal componente de la avena es el betaglucano, una fibra soluble responsable de la mayor parte de los beneficios que tiene este cereal para la salud.
Según investigaciones realizadas por The American Journal of Clinical Nutrition, este tipo de fibra reduce tanto el colesterol LDL (malo) como el total, que sumado a la acción de los antioxidantes que reducen la oxidación del colesterol, hacen que la avena sea un excelente cereal que evita la inflamación de las arterias, disminuye el riesgo de infartos y de accidentes cerebrovasculares.
Además de los efectos que tiene el betaglucano para controlar los niveles de colesterol en sangre, también es bueno para regular la glucemia, por lo que el consumo de avena, en copos o bebidas, evita los aumentos bruscos de glucosa en sangre y, en concreto, si se consume en ayunas reduce significativamente los niveles de azúcar en aquellas personas que padecen de diabetes Tipo 2.
Según revisiones llevadas a cabo por The American Journal of Cardiology la avena reduce en un 21% el riesgo de la padecer enfermedades cardiovasculares. Además, gracias a que es rica en avenantramidas, unos potentes antioxidantes, disminuye la presión arterial y mejora la circulación por su efecto vasodilatador.
El tipo de fibra que se encuentra en la avena tiene la capacidad de regular los movimientos intestinales y aumentar el contenido de agua en las heces, motivo por el que previene el estreñimiento. Además, el glutamato favorece la diversidad de la microbiota intestinal, las bacterias que evitan problemas intestinales como la diarrea, el síndrome del intestino irritable, la enfermedad de Crohn o la colitis ulcerosa, por citar algunos, fortaleciendo el sistema inmunológico para poder procesar los carbohidratos, las vitaminas, los aminoácidos y descomponer las sustancias tóxicas.
Según un artículo publicado en la Nutrition Reviews, la viscosidad del betaglucano hace que el proceso digestivo y la absorción de nutrientes se ralenticen. Esto permite que se mantenga la sensación de saciedad pues el estómago tarda en vaciarse, lo que a su vez hace que ingieras menos alimentos.
Además, la fibra de este cereal librera el péptido YY, una hormona que regula el apetito y reduce la ingesta de calorías.
Visto esto, hay que tener en cuenta que, si se quiere perder peso, lo primero es acudir a un especialista que pueda hacer una valoración del estado general de salud y a un nutricionista para que paute una dieta y pueda hacer un seguimiento adecuado.