Lola Santos
Lola Santos es redactora especializada en temas de alimentación, viajes y ocio.
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Viernes 9 de julio de 2021
ACTUALIZADO : Viernes 9 de julio de 2021 a las 10:11 H
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Cuando estamos cocinando carne, a veces nos cuesta dar el punto exacto que queremos. O, a la hora de pedirlo en un restaurante, necesitamos especificar cómo queremos la carne de ternera para poder disfrutar de una comida a nuestro gusto. Así que te vamos a contar los distintos puntos de cocción de la carne y el tiempo que debe estar la pieza al fuego para conseguirlo.
El grado de cocción de la carne que cada uno cree perfecta depende del grosor y el tamaño de la pieza de carne que vamos a preparar y también de cómo la vamos a preparar: plancha, parrilla o sartén; y de la temperatura que este medio alcance.
Es el vuelta y vuelta y, seguramente, el más fácil de conseguir. También es conocido como rojo inglés y se caracteriza por la predominancia de lo tierno y prácticamente crudo en el interior.
Para lograrlo, basta con cocinar la pieza de carne durante menos de un minuto por cada lado, con la parrilla o la plancha a muy alta temperatura. El calor en el interior de la pieza alcanza unos 40º, lo justo para calentarla un poco porque permanece cruda.
También llamada sangrante. Esta carne mantiene toda la jugosidad y el color rojo en el interior porque este tipo de cocción hace que la carne mantenga su apariencia tierna y cruda. Su busca que la carne tenga una costra exterior más hecha que en el punto anterior y se logra haciendo la carne a fuego alto durante tres minutos por cada lado. La temperatura en el interior de la pieza alcanza los 55ºC.
La carne al punto es aquella que mantiene la jugosidad de la pieza, pero, sin dejarla sangrando, logrando un equilibrio ideal entre una buena costra y un centro jugoso que no esté crudo ni muy cocinado. Ya sea a la plancha, a la sartén o a la parrilla, el término medio se logra cocinando la carne a fuego medio-alto por unos cinco minutos por cada lado.
Se trata de un punto de la carne hecha, que es la elección de las personas a las que no les gusta la carne cruda, ya sea por su textura o por su color. Se trata de una exposición más larga, donde se mantiene el sabor de la carne, pero no así su jugosidad, que se pierde bastante por la alta exposición al calor. El resultado es una costra más tostada y un interior menos rosado. Y se consigue a fuego medio durante unos ocho minutos. La temperatura en el interior de la pieza alcanza los 70ºC.
Esta carne muy hecha se cocina por más tiempo, logrando una ausencia casi total de jugosidad, se puede sentir dura al tacto y su color es mucho más oscuro que las cocciones que hemos visto. Eso sí, necesitas un buen cuchillo para cortarla.