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Una de cada cinco muertes en el mundo están relacionadas con una mala alimentación
Al menos 11 millones de muertes en el mundo en 2017 se relacionaron con una mala alimentación, con un alto consumo de azúcar, sal y carne procesada, lo que contribuyó a que las personas desarrollaran enfermedades de corazón, cáncer y diabetes, según un estudio global publicado en la revista médica The Lancet.
La investigación determina que entre los 195 países estudiados la proporción de muertes relacionadas a la dieta más alta fue en Uzbekistán. Estados Unidos se encuentra en el puesto 43, China en el 140 e India en el 118. La menor proporción de ese tipo de fallecimientos se registró en Israel, el primer clasificado con solo 89 muertes por 100.000 personas; Francia ocupó la segunda posición, España la tercera; Japón la cuarta y Andorra la quinta.
El consumo de alimentos más saludables, como frutos secos y semillas, leche y granos enteros fue en la media demasiado bajo, con mucha ingesta de bebidas azucaradas, carne procesada y sal, factores que han llevado a que una de cada cinco muertes en 2017 estuvieran relacionadas con una mala dieta.
El estudio Carga Global de Enfermedad ha estudiado tendencias desde 1990 hasta 2017 sobre el consumo de 15 factores dietarios. Chris Murray, director del Instituto de Evaluación y Métricas de Salud (IHME) de la Universidad de Washington, que ha dirigido el estudio, ha señalado que los hallazgos demuestra lo que muchos habían supuesto por años. "La mala alimentación es responsable de más muertes que cualquier otro factor de riesgo en el mundo", ha afirmado Murray. "Nuestra evaluación sugiere que los factores de riesgo dietario principales son un alto consumo de sodio, o una baja ingesta de alimentos saludables como granos enteros, frutos secos y semillas y vegetales", ha añadido.
En comparación con el tabaco, este se asoció con 8 millones de muertes y la presión arterial alta se relacionó con 10,4 millones de muertes. En 1990, el número de muertes asociadas a la dieta era de unos 8 millones, un incremento, hasta esos 11 millones, que se atribuye al aumento de la población y la mayor expectativa de vida, añade el estudio.
El estudio ha hallado que las personas comen apenas un 12 por ciento de la cantidad recomendada de frutos secos y semillas -un consumo promedio de 3 gramos al día en comparación con los 21 gramos recomendados- y que bebían 10 veces más la cantidad recomendada de bebidas azucaradas.
Las dietas altas en azúcar, sal y grasas malas son reconocidos factores de riesgo para las enfermedades cardiacas, los derrames, la diabetes y muchos tipos de cáncer. En un desglose de las muertes vinculadas a la dieta, el estudio demuestra que de los 11 millones de 2017, casi 10 millones fueron por enfermedades cardiovasculares, unas 913.000 por cáncer, y casi 339.000 por diabetes tipo 2.