Se ha demostrado que los frutos secos aportan numerosos beneficios para la salud. Son unos de los alimentos con mayor valor nutricional que existen y parte fundamental de nuestra dieta mediterránea. A pesar de ello, muchas personas han decidido eliminarlos de su alimentación por su aporte calórico sin saber que previenen numerosas enfermedades. En concreto, las nueces han sido demonizadas durante años por este motivo y varias investigaciones han asegurado que comerlas cada día no tiene un impacto negativo en el aumento de peso. Ahora, un estudio elaborado por la Universidad de Harvard (Estados Unidos), publicado en la revista Nutrients, revela que un mayor consumo de nueces, tanto en cantidad como en frecuencia, está relacionado con un aumento de la esperanza de vida en los adultos mayores.
"Lo que hemos aprendido de este estudio es que incluso unos pocos puñados de nueces a la semana pueden ayudar a promover la longevidad, especialmente entre aquellos cuya calidad de la dieta no es grande para empezar. Se trata de un consejo práctico que puede ser factible para un gran número de personas que buscan mejorar su salud, que es lo más importante para mucha gente", afirma Yanping Li, científico investigador del Departamento de Nutrición de la Universidad de Harvard y autor principal del estudio.
El estudio examinó a mujeres con una edad media de 63,6 años y hombres de 63,3 años y les siguió durante 20 años (1998-2018). Los participantes seleccionados estaban sanos, es decir, en ese momento no padecían cáncer ni accidentes cardiovasculares.
Cada cuatro años, los participantes informaban sobre la ingesta dietética en general, incluyendo el consumo de nueces y su frecuencia, además de otros factores de estilo de vida como la práctica de ejercicio y el tabaco.
Tras el análisis, los investigadores observaron que los participantes con mayores cantidades de consumo de nueces, así como la frecuencia, tenían un de menor riesgo de morir por cualquier causa y un 14% menos por enfermedades cardiovasculares, independientemente de la calidad de la dieta y otros factores de riesgo, en comparación con los no consumidores. En total, los mayores de 60 años ganaron un año de esperanza de vida.
En cuanto a diferencia de sexo, los científicos detectaron una mayor esperanza de vida de 1,3 años en mujeres mayores de 60 años y 1,26 años en hombres de la misma edad, que consumían nueces más de 5 raciones por semana.
Además, detectaron que los participantes que consumían nueces con mayor frecuencia tienden a ser más activos físicamente, siguen una dieta más saludable, consumen menos alcohol y toman más multivitaminas.
Curiosamente, entre las personas con una calidad dietética subóptima, es decir, en la que no existe un equilibrio en la ingesta de alimentos de todos los grupos nutricionales y por tanto tienen carencia de alguno, un aumento de media porción al día en el consumo de nueces se asoció con beneficios, incluyendo un 12% menos de riesgo de muerte y, en concreto, un 26% menos de riesgo de muerte por enfermedades cardiovasculares.
Son indiscutibles en la salud cardiovascular y en la lucha contra el colesterol. Su contenido en ácidos grasos poliinsaturados (las grasas buenas), y en concreto de Omega 3 es lo que las hace tan beneficiosas, pero además contienen una fuente natural de magnesio, calcio y potasio, minerales necesarios en nuestra dieta, y vitaminas del grupo B, las que ayudan al buen funcionamiento de nuestro sistema nervioso y nuestra memoria. Superalimentos por la cantidad de nutrientes que nos aportan, los estudios relacionan el aporte de Omega 3 vegetal o marino con una reducción de la mortalidad: una dieta de estilo mediterráneo suplementada con frutos secos y aceite de oliva virgen extra reduciría los accidentes cardiovasculares, según la Sociedad Española de Cardiología.
Una dieta mediterránea y la práctica de ejercicio son las claves para un envejecimiento activo más saludable. Y, las nueces, un alimento aliado para incorporar a nuestra dieta.
