Olga Selma
Olga Selma es redactora especializada en temas de salud, alimentación y consumo.
… saber más sobre el autorCuando nuestro objetivo es no engordar o perder peso, puede parecer que optar por dietas hipocalóricas y restrictivas es la mejor opción. Sin embargo, lo más probable es que estas dietas nos dejen con el estómago rugiendo y acabemos picoteando entre horas, deshaciendo todo nuestro esfuerzo. El tipo de dieta más recomendable consiste en optar por alimentos nutritivos y saciantes que no sean excesivamente calóricos, y combinarla con algo de ejercicio. A continuación, te presentamos algunos de estos alimentos.
Estos tubérculos son una fuente de vitaminas y minerales que sacian más que otras fuentes de carbohidratos, como la pasta y el arroz. Puede que tengan mala fama por la gran cantidad de calorías que aportan las patatas fritas, pero la verdad es que su aporte calórico depende de cómo se cocinen. Si se preparan hervidas, en papillote, al horno o al vapor son mucho más sanas y saciantes. Si, además, no les quitamos la piel, aportan mucha fibra.
Las legumbres también son una fuente de hidratos de carbono, los cuales son difíciles de digerir y, por ello, sacian durante más tiempo. Además, son ricas en fibra y proteínas vegetales necesarias para el buen funcionamiento del organismo. Eso sí, hay que evitar combinarlas con alimentos grasos, como el típico chorizo, ya que son poco saludables. Lo mejor es combinarlas con verduras o con arroz integral, para incrementar su efecto saciante. También se pueden tomar en forma de hummus, una opción sana para picotear entre horas.
Otra gran opción para calmar el hambre entre horas son los frutos secos. Las almendras y las nueces, por ejemplo, son excelentes alimentos para saciar el hambre y además son muy saludables, ya que aportan nutrientes, proteínas vegetales y ácidos grasos como el omega-3. Sin embargo, los frutos secos son muy calóricos, así que hay que tomarlos con moderación.
La fruta también es una opción fantástica para saciarnos, ya que aporta fibra y azúcares naturales. A esto se le añade el factor de la masticación, que contribuye psicológicamente a hacernos sentir más llenos. Las frutas que nos pueden llenar más son las que se pueden consumir con piel, especialmente las manzanas y los arándanos. También cabe destacar los aguacates, que son un alimento muy completo porque aportan ácidos grasos beneficiosos para el sistema cardiovascular y vitaminas de los grupos B y E.
En cuanto a los productos de origen animal, el pescado azul resulta más saciante que el blanco porque también aporta ácidos grasos esenciales para una buena salud cardiovascular. Si se opta por tomarlo en conserva, lo mejor es evitar las que vienen en aceite y comprar las conservas al natural, ya que así podemos controlar la cantidad de grasas nosotros mismos.
A la hora de consumir carne, conviene escoger piezas con bajo contenido graso. No hay que abusar de la carne roja ni de los embutidos. Por eso, los cortes magros de ave, como las pechugas, son los más indicados. Se recomienda evitar la piel y los rebozados y frituras para reducir su aporte calórico. Para que esta carne no quede tan reseca, se pueden usar técnicas como la salmuera o un buen marinado.