Tres comidas habituales que estropean tu vesícula sin que te enteres

La vesícula biliar es un órgano pequeño ubicado debajo del hígado que almacena la bilis producida por el hígado y la libera en el intestino delgado para ayudarnos a digerir los alimentos.

Se trata de un órgano sensible y mantener una dieta saludable llena de alimentos ricos en nutrientes ayuda a mantenerla en perfecto estado de salud. De forma que mientras ciertos alimentos pueden proteger y promover una vesícula biliar saludable, otros aumentan la probabilidad de problemas como la inflamación o los cálculos biliares; de forma que es esencial seguir una dieta saludable para la vesícula biliar.

3 comidas a evitar

Hay tres comidas habituales en nuestro día a día que son poco saludables y que debemos tener en cuento porque obligan a la vesícula a hacer un sobreesfuerzo que con el paso del tiempo puede complicar las cosas y debemos evitar para ayudar a proteger la vesícula biliar. Son:

1-Los alimentos blancos de cereales refinados como panes, pastas, etc.

2-Los alimentos ricos en grasas

3-Los alimentos procesados

Los alimentos más problemáticos son los alimentos procesados ​​y con alto contenido de grasa. Los alimentos grasosos o fritos en aceites como el aceite vegetal son más difíciles de descomponer y pueden causar problemas en este órgano. Los alimentos con grasas trans, como los que se encuentran en los productos procesados ​​o horneados comercialmente, también pueden ser perjudiciales para su buen funcionamiento, a parte de nuestra salud en general.

A parte de estas tres comidas, también debemos evitar el alcohol y el tabaco.

Problemas que podemos sufrir

Como comentábamos hay dos tipos principales de problemas que pueden surgir en la vesícula biliar: la inflamación y los cálculos biliares. Algunas personas con cálculos biliares no experimentan ningún síntoma, pero para las personas que sí los padecen éstos pueden incluir dolor en la parte superior derecha del abdomen, especialmente después de las comidas y al comer alimentos grasos, una pérdida de apetito, náuseas, vómitos, fiebre leve, una orina oscura, como de color té y unas heces de color más claro.

Los cálculos biliares pueden ser dolorosos. Si son lo suficientemente grandes, también pueden bloquear el conducto que sale de la vesícula biliar. Con el tiempo, esto puede poner en riesgo nuestra propia vida y sería necesaria la extirpación de la vesícula biliar. Por todo ello es más que importante seguir una dieta saludable e incluir los alimentos que sí protegen nuestra vesícula como la fruta, las verduras, los cereales integrales y carnes bajas en grasas.

Tal y como indica la Fundación Española del Aparato Digestivo (FEAD) se trata de seguir una dieta saludable y variada, similar a la pirámide de la alimentación saludable; comer poca cantidad y varias veces al día; lo ideal es repartir las comidas en 5-6 tomas; comer despacio y en un ambiente tranquilo y realizar cocinados sencillos (hervidos, en su jugo, plancha, vapor, horno).