Rosa Roch
Rosa Roch es redactora especializada en temas de salud, alimentación y gastronomía.
… saber más sobre el autorLas habas son una legumbre de color verde pálido que podemos incluir en muchas recetas como un primer plato o como acompañamiento. A pesar de su versatilidad no es una de las legumbres más utilizadas en nuestras dietas, aunque presentan un gran valor nutricional. En el mercado las podemos encontrar frescas en temporadas (de junio a septiembre), peladas y congeladas o, también, si no tienes demasiado tiempo para meterte en la cocina, en tarros de cristal ya cocidas. Como ves, no hay excusa para no incluirlas en la dieta.
De las habas se su utilizan sus frijoles que están en el interior de la vaina. Los frijoles son grandes y planos y una gran fuente de proteínas, carbohidratos y vitaminas. En el plano nutricional aportan energía, 100 gramos de habas representan 341 calorías. También son ricas en fibra dietética, importante para proteger la mucosa de los intestinos, especialmente el colon, y facilitar la expulsión de sustancias tóxicas de nuestro tracto intestinal. Además, ayudan a regular los niveles de colesterol en sangre.
Por otro lado, las habas son una de las legumbres con más aporte de antioxidantes, vitaminas, minerales y esteroles vegetales. Los fitonutrientes, como la isoflavona, son especialmente beneficiosos para las mujeres con menopausia, y los folatos y la vitamina B-12 esenciales para la síntesis de ADN y la división celular. Las habas también destacan, aunque en menor medida respecto a otras legumbres, por su aporte en hierro, cobre, calcio, magnesio y potasio.
Habas a la catalana, habitas tiernas con chipirones, con jamón o sopa de habas. Se pueden preparar de muchísimas maneras, pero primero, para que no sean duras, hay que cocinarlas y, después, añadirles los ingredientes que más te interesen según la receta por la que te hayas decidido.