Rosa Roch
Rosa Roch es redactora especializada en temas de salud, alimentación y gastronomía.
… saber más sobre el autorDiferenciar entre una intolerancia alimentaria y una alergia o intoxicación no es nada sencillo. Hay algunos alimentos que provocan recciones adversas en un pequeño porcentaje de la población, pero no tienen por qué deberse a una alergia. Según la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN), “sólo un 2% de los adultos y un 3-7% de los niños presentan alergias alimenticias”.
La alergia se produce cuando el organismo entra en contacto con un alérgeno, sustancia que el organismo identifica como una amenaza. Para defenderse de ella desencadena un proceso inflamatorio mediante la producción de anticuerpos, lo que provoca ciertos síntomas o reacciones en el organismo. Las alergias alimentarias más frecuentes son a la leche de vaca, al huevo, al pescado, al marisco, a las frutas frescas y a los frutos secos.
La intolerancia, en cambio, se produce cuando el organismo no es capaz de procesar o digerir correctamente el compuesto de algún alimento. Las intolerancias más comunes son a la lactosa y al gluten. Normalmente suelen causar problemas digestivos, aunque, en muchas ocasiones, se han detectado síntomas que pueden asemejarse a los de la alergia.
A continuación, especificaremos cuáles son los síntomas que provoca la alergia y la intolerancia para aprender a distinguir qué se experimenta en cada caso.
Los síntomas más comunes y menos graves de la alergia son:
En cambio, el síntoma más grave y a la vez menos frecuente es un shock anafiláctico, que afecta a varios órganos y sistemas de nuestro organismo y puede llegar a ser mortal.
Los síntomas más comunes de las intolerancias alimenticias son los digestivos, parecidos a los de la alergia. Sin embargo, la intolerancia también puede causar problemas de otra índole:
Por lo tanto, existe una importante diferencia entre ambas yen en relación con la gravedad que supone para nuestra salud. Un shock anafiláctico producido por una alergia puede causar la muerte mientras que los síntomas de una intolerancia nunca serán tan graves.
También existe una diferencia en el tratamiento de cada enfermedad. En el caso de la alergia el alimento que lo ha provocado estará totalmente prohibido para el paciente, sin embargo, los intolerantes a ciertos alimentos los pueden seguir ingiriendo en cantidades pequeñas sin que provoquen síntomas.