Lola Santos
Lola Santos es redactora especializada en temas de alimentación, viajes y ocio.
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Miércoles 22 de septiembre de 2021
ACTUALIZADO : Miércoles 22 de septiembre de 2021 a las 13:50 H
4 minutos
Las croquetas son uno de los platos más conocidos y ricos de nuestra gastronomía. Y, al igual que sucede con la tortilla de patatas, no hay dos que sepan igual. Sin embargo, antes de poder saborearlas, hay que hacerlas y hacerlas bien.
Uno de los problemas más habituales que nos encontramos a la hora de hacer croquetas es que al freírlas estallen o se abran, saliendo la bechamel que comienza a saltar en el aceite y, a veces, dejando el rebozado como una especie de cáscara hueca. Para que esto no te suceda, te contamos el truco para que puedas disfrutar en casa de unas croquetas muy ricas.
Lo más importante y lo que más afecta al hecho de que las croquetas se abran es que el aceite no esté lo suficientemente caliente. El aceite tiene que ser de calidad y debe estar bien caliente. Mejor si se usa aceite de oliva que de girasol, porque el primero aguanta mejor las altas temperaturas. La temperatura del aceite debe alcanzar los 170-180ºC.
El aceite tiene que cubrir por completo la croqueta, por lo que lo mejor es usar freidora que una sartén. También porque con la freidora es más fácil controlar la temperatura. Si vas a usar una sartén, sabrás que el aceite está bien caliente si al introducir en el aceite un palillo largo de madera salen burbujas grandes de forma rápida.
También tienes que tener en cuenta que, al echarlas a la freidora, no eches muchas croquetas a la vez, porque esto hará que la temperatura del aceite baje y el rebozado no quede uniforme ni crujiente.
Antes de freír las croquetas, es mejor dejarlas a temperatura ambiente unos 30 minutos, tanto si están congeladas como si solo estaban en la nevera, para no provocar un cambio de temperatura en el alimento tan brusco.
No es el elemento fundamental pero sí es importante que las croquetas tengan un buen rebozado, que sea grueso para que dificulte que la croqueta se abra. Puedes hacer un doble rebozado, pasando cada croqueta por huevo y pan rallado dos veces. También puedes emplear un pan rallado más gordito o el panko, el pan rallado japonés que da más grosor al empanado sin necesidad de hacer dos capas.
Otro motivo que hará que las croquetas se abran cuando las estamos friendo es una masa demasiado líquida, pues si no tienen la consistencia necesaria para conservar la forma, se desharán en la freidora. Por ello, es importante que la bechamel haya espesado de forma adecuada.