Alimentación

Protege tu salud: cómo reducir la presencia de acrilamida en tu comida

Verónica Mollejo

Foto: Bigstockphoto

Sábado 22 de junio de 2019

3 minutos

La acrilamida es una sustancia química que aparece cuando tostamos demasiado los alimentos

Cómo reducir la presencia de acrilamida en tu comida
Verónica Mollejo

Foto: Bigstockphoto

Sábado 22 de junio de 2019

3 minutos

Para aquellos que todavía no hayan oído hablar de ella, la acrilamida "es una sustancia química que se crea de forma natural en productos alimenticios que contienen almidón durante procesos de cocción cotidianos a altas temperaturas (fritura, cocción, asado y también durante procesos industriales a 120ºC y a baja humedad). [...] El proceso químico que causa esto se conoce como la reacción de Maillard, que también oscurece los alimentos y afecta al sabor", tal y como explica la Agencia Española de Consumo, Seguridad Alimentaria y Nutrición (Aecosan).

Como ya se han encargado de alertar las autoridades competentes durante los últimos meses, la acrilamida suele ir acompañada de algunos efectos nocivos para nuestra salud como, por ejemplo, el aumento de riesgo de cáncer. Aunque se necesitan muchos más estudios para determinar al 100% esta influencia. Eso sí, esto no significa que los expertos no recomienden reducir su presencia en la dieta, ¿cómo puedes hacerlo?

Acrilamida

Di adiós a la acrilamida en tu alimentación

Según expone la Aecosan en uno de sus informes, "los productos derivados de las patatas fritas (incluyendo las patatas fritas y las patatas asadas) representan hasta el 49% de la exposición media en adultos, el café un 34% y el pan blando un 23%, son las fuentes de alimentación principales en adultos, seguidos por las galletas, las galletas saladas, el pan crujiente y otros productos derivados de las patatas". Bajo esta premisa, ¿qué aspectos debemos tener en cuenta para eliminar la acrilamida de nuestra alimentación?

  • En primer lugar, debes controlar en todo momento la temperatura durante el proceso de cocción. Esta debe ser inferior a 170º. Puedes medirlo con un termómetro de cocina o recurriendo directamente a una freidora, que modula los grados automáticamente.
  • Además, al ser un elemento propio de los alimentos quemados, debes intentar no tostar demasiado tu comida. Esta debe lucir un color amarillento o dorado.
  • Para no cometer errores, puedes leer previamente las instrucciones del fabricante, presentes en el envase, que sirven para cocinar los ingredientes de manera correcta.
  • Según la Agencia de Normas Alimentarias británica (FSA), las patatas que se conservan en la nevera fomentan la formación de azúcares y, como consecuencia, aumentan los niveles de acrilamida. Estas deben resposar en un lugar lo más oscuro y seco posible.
  • En este sentido, antes de freír u hornear las patatas, debes tenerlas en remojo entre 20 y 60 minutos para separar el almidón y reducir el riesgo.
  • Al acabar el cocinado, filtra el aceite, sobre todo si está oscuro y con espuma, y quita los restos de fritura que hayan podido quedar pegados en la sartén o la freidora.
  • Y, por último, "si puedes, ventila la cocina al terminar de freír. Hay compuestos muy volátiles que se forman en la fritura a partir del aceite y que es mejor evitar ventilando", aconseja la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU @consumidores). 

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Verónica Mollejo

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