Rosa Roch
Rosa Roch es redactora especializada en temas de salud, alimentación y gastronomía.
… saber más sobre el autorCuenta la leyenda que el emperador chino Shennong, conocido con “El Gran Divino”, fue el primer labrador de la historia e impulsor de la agricultura hace 5.000 años. Sus conocimientos sobre la agricultura lo convirtieron en la divinidad más venerada hasta hace poco en el entorno rural de China. A él se le atribuye el descubrimiento del té, pero no fue hasta 3.000 años más tarde cuando el consumo de té a modo de infusión se popularizó, pues solo se había usado como tributo o moneda de cambio entre otros países junto a la seda y la cerámica.
Dejando atrás la historia, y entrando ya en el siglo XX, diversos estudios científicos demostraron que una sola hoja de té puede llegar a tener500 elementos beneficiosos para la salud entre los que podemos destacar los polifenoles, unos potentes antioxidantes, y la teína que actúan como sustancias que retrasan en envejecimiento de las células, eliminan la radiación y previenen la aparición de ciertos tumores.
Hoy el té se ha convertido en una bebida muy popular, tiene buen sabor, satisface la sed, alivia el estrés, relaja a unos y vigoriza a otros, es bueno para el cuerpo y para la mente y, además, es una bebida que invita a sociabilizar.
A grandes rasgos, existen cuatro tipos de té: el verde, el blanco, el oolong y el negro. De estos cuatro, solo el negro es fermentado y el oolong semifermentado. Esto quiere decir que los fermentados son tés con un sabor más suave y, también, que parte de las propiedades beneficiosas para la salud, como son los polifenoles, han disminuido a causa de la fermentación, siendo el té no tratado el que mejor preserva todos los elementos saludables.
No obstante, el té negro tiene amplios beneficios para la salud. Te contamos algunos de ellos que seguro harán que te aventures a incorporar esta bebida como una de las infusiones favoritas.
Viendo todas estas propiedades, podríamos decir que el té negro es una bebida “mágica” que cuida tanto nuestra salud física, mental y, por qué no, social.