Manuela Martín
Alimentación
La diferencia entre un vino de cosecha, crianza y reserva
Seguro que en más de una ocasión has dudado si comprar un vino de cosecha, crianza o reserva, no solo por el precio, sino porque no terminas de aclararte con lo que supone una categoría u otra. Pues bien, en este artículo vamos a tratar de explicártelo de una forma sencilla y clara para que te conviertas en todo un enólogo.
Es importante saber que los vinos tienen una vida. Desde que recogemos las uvas y se elaboran los vinos hay una evolución ascendente en su calidad hasta que llegan a su mayor expresión, momento en el cual comienzan a perder calidad, por ello, es importante consumir cada uno en su momento.
Un vino de cosecha nos indica que es de la cosecha del mismo año o de la última cosecha que se hizo en la bodega. Suelen ser los vinos jóvenes. No ha sido madurado en barrica y si lo ha hecho ha sido por un periodo inferior a 6 meses. Son vinos pensados para consumir en un año durante el cual conservará su aroma y sabor fresco y afrutado.
Por su parte, los vinos con el sello crianza son aquellos que se crían durante dos años, de los cuales, mínimo 6 meses ha sido en barricas de roble y el resto del tiempo en botella.
La categoría reserva implica que el vino ha estado como mínimo un año en barrica y a partir de dos años en botella. Esta conservación en la bodega hace que estos vinos tengan mejor calidad y un aroma y sabor más intenso.
Gran reserva corresponde a aquellos vinos que han sido madurados en barrica un mínimo de dos años y a continuación han estado tres años o más en botella.
Igualmente, si hablamos de vinos blancos o rosados, el tiempo de conservación es diferente:
- Los de crianza tendrán como mínimo un tiempo de envejecimiento de 18 meses, de los que por lo menos 6 tienen que ser en barrica.
- Los reserva blancos o rosados tendrían en total 24 meses de envejecimiento, de los cuales, un mínimo de 6, deben transcurrir en barrica.
- Los gran reserva blancos o rosados tendrían en total 4 años de envejecimiento, de los cuales, un mínimo de 6, deben transcurrir en barrica.
No obstante, cada consejo regulador tiene sus propias normas y estos sellos pueden variar de una denominación de origen a otra.
Ahora, además de saber por qué uno cuesta más caro que otro, sabrás qué estás bebiendo. Te animamos a que, con moderación, disfrutes de una buena copa de vino, ya que, tal y como indican las investigaciones, una al día proporciona diversos beneficios para la salud.