Alimentación

Consejos para que las cenas copiosas de Navidad no te pasen factura

Carlos Losada

Foto: Bigstock

Miércoles 18 de diciembre de 2019

6 minutos

Apunta estas recomendaciones para que tu aparato digestivo no sufra después de un banquete

Consejos para que no sufras con las cenas copiosas en época navideña
Carlos Losada

Foto: Bigstock

Miércoles 18 de diciembre de 2019

6 minutos

Es un hecho, la Navidad es sinónimo de encuentros familiares, de cenas y comidas copiosas, de brindis por un año mejor y de dulces por donde quiera que mires. Turrón, mazapán, polvorones, marisco, embutidos, cordero, cochinillo, cabrito, cava, sidra, vino… Podríamos no parar de enumerar las viandas que pululan por la mesas de multitud de familias que ponen todo de su parte para tener lo mejor de lo mejor aunque sea una vez al año.

Claro que, como solían decir las madres, después viene el tío Paco con la rebaja y el aparato digestivo pasa factura a tanto exceso, más aún si el comensal tiene cierta edad y ha de cuidar su salud. Es entonces cuando se producen algunos trastornos gastrointestinales habituales como puede ser una digestión pesada, hinchazón abdominal o una simple acidez.

Consejos para que no sufras con las cenas copiosas y tardías en época navideña

No obstante, como sabemos que de un modo u otro, terminarás haciendo algún exceso -a no ser que lo tengas totalmente prohibido por prescripción médica- aquí van algunos consejos que te ayudarán a sentirte mejor durante y después del atracón.

Recomendaciones antes de la cena copiosa

  • Si está en tu mano decidir el menú de la cena, trata de que sea lo más similar al habitual. Esto no quiere decir que no hagas del evento un momento especial, pero si estás acostumbrado a comer algo de pescado por la noche, no apuestes únicamente por un asado de carne, sino que lo puedes combinar con algún plato elaborado de mero o merluza, por poner solo dos ejemplos.
  • Tal y como apuntan desde Clínica Árvila Magna no dudes en “incorporar alimentos con propiedades depurativas en el menú”, ya que esto “activará el funcionamiento de hígado, riñones e intestino”. Y ponen como ejemplo los vegetales con un toque amargo (como la escarola, la alcachofa, la berenjena o las endibias), así como frutas y verduras como la manzana, la pera, el apio o los espárragos. “Por supuesto, los alimentos ricos en fibra facilitarán la evacuación intestinal”.
  • “En el caso de las personas de edad avanzada, hay que tener en cuenta si sufren alguna enfermedad (hipertensión, diabetes, colesterol, enfermedades cardiovasculares o del riñón) para poder adaptar el menú y evitar descompensaciones de su enfermedad”, expone el Equipo de Medicina Interna del Hospital Victoria Eugenia, que no duda en recomendar la dieta mediterránea, “una dieta perfecta para mantener una alimentación saludable”. 
  • Come y merienda como lo hagas habitualmente. No te saltes esas comidas para “hacer hambre”, pues eso provocará ansiedad de ingerir alimentos (más aún cuando estos son apetitosos) en el momento en que te sientes a comer.
Decálogo de la dieta mediterránea

Recomendaciones durante la cena copiosa

  • Evita empacharte con el picoteo previo a la cena. Si ya de por sí vas a ingerir más calorías de las habituales, si además le sumas las patatas fritas, aceitunas y otros snacks que se sirven hasta que llegan todos los invitados, tu aparato digestivo lo lamentará.
  • A pesar de que en la mesa haya numerosos alimentos, no abuses de embutidos y opta por las carnes y pescados menos grasos para que tu digestión posterior sea más agradable.
  • No tomes demasiado alcohol (o evítalo en la medida de los posible) porque es una ingesta que provoca muchas calorías. Es más, después del banquete, no bebas licores “digestivos”, puesto que realmente no lo son.
  • Prueba de todo pero hazlo en pequeñas cantidades. El hecho de que haya una gran variedad de alimentos no quiere decir que debas empacharte de todos ellos. Probándolos y masticándolos despacio (saboreándolos), sentirás que te sacias antes. Recuerda que si los ingieres rápidamente, la digestión será peor, porque no los habrás masticado lo suficiente.
  • Bebe mucha agua, tanto antes como durante la cena. No solo te ayudará a digerir lo que comas, sino que también provocará que te sacies antes, evitando que ingieras comida que tu cuerpo ya no necesita (ni le conviene). En este sentido, también evita los refrescos con gas, pues serán los causantes de que sientas una mayor hinchazón.
  • Si tomas dulces típicos de Navidad, opta por los más caseros, ya que los industriales tienen mucha grasa y azúcar. No obstante, antes de lanzarte de lleno a vaciar la bandeja de turrón, lo mejor será que tomes algo de fruta. La piña o los frutos rojos, por ejemplo, ayudan a desengrasar.
La bromelina de la piña hace que esta fruta facilite la digestión.

Recomendaciones después de la cena copiosa

  • Cuando sientas que tu aparato digestivo no puede más, no se te ocurra tomarte una copa de champán. Si quieres brindar, puedes hacerlo dando solo un sorbito. Lo mejor después de una comida copiosa es tomar una infusión que ayude a digerir. Una buena opción es elegir manzanilla o jengibre, pues ambas le harán bien a tu intestino.
  • Si es posible y no hace mucho frío, es recomendable que des un pequeño paseo. Y si no es momento de salir a la calle, siempre puedes ayudar a quitar la mesa y moverte un poco, pues tu cuerpo lo agradecerá.
  • Asimismo, aprovecha que son días de festejos para no irte inmediatamente a la cama. Espera al menos un par de horas para dormirte si no quieres tener una noche desagradable.
Consejos para que no sufras con las cenas copiosas y tardías en época navideña

 

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Carlos Losada

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