Consejos para sacarle el máximo partido a los champiñones

Los champiñones son un alimento realmente atractivo, son muy ricos y nutritivos, están considerados un súper alimento. Aunque se las mencione dentro del grupo de verduras, la verdad es que se trata de hongos. Y en la cocina nos ofrecen muchas posibilidades.

Los beneficios de incluirlo en la dieta son enormes: fortalecen el sistema inmunitario, tienen propiedades antioxidantes, son ricos en selenio, y vitamina D, contienen alta dosis de fibra, y el sodio y el potasio que tienen ayudan a fortalecer nuestro corazón. Con todos estos beneficios, ¿quién puede decir que no a este súper alimento?

Conservarlos bien

Vamos a comenzar por el principio. A la hora de adquirirlos, optar por los que mejor aspecto tengan y más firmes se vean; deben ser blancos, sin manchas ni moho.

Una vez en casa, debemos guardar los champiñones en el frigorífico. Si los hemos comprado en el mercado o en la frutería de toda la vida, nos los suelen dar en una bolsa de papel, que es el recipiente ideal para conservarlos dentro de la nevera. Si los hemos adquirido en el supermercado y se trata de una bandeja o nos los han dado en una bolsa de plástico, debemos sacarlos y guardarlos envueltos en papel de cocina, por ejemplo.

Si los vamos a consumir en el día, podemos lavarlos. Pero si los vamos a dejar para el día siguiente, no los lavaremos para que no cojan agua. Eso sí, les podemos quitar la tierra con papel de cocina.

A la hora de cocinarlos…

Más del 90% de este hongo es agua, por lo que a la hora de limpiarlos hay que usar la menor agua posible. A veces, están bastante limpios, con lo que con un paño húmero o papel de cocina les podemos limpiar sin necesidad de sumergirlos en agua. Si tienen mucha tierra y los debemos limpiar con agua, pasarlos por el grifo con poca agua y sécalos muy bien.

Muchas recetas, como las que llevan champiñón relleno, por ejemplo, piden desterrar los tallos de los champiñones. Pero no debemos tirarlos, porque se pueden aprovechar para hacer un salteado, un revuelto o una crema. También sirven para elaborar una salsa para pasta o para incorporarlos a una pizza, por ejemplo.

Si los champiñones los vamos a comer crudos en ensalada, mucho mejor pelarlos. Y lo mejor es que no necesitamos ningún utensilio, tan solo nuestras manos. Desde abajo, podemos ir levantando la membrana que cubre el sombrero y queda una textura mucho más fina.