Las enfermedades cardiovasculares se refieren a aquellas patologías que afectan al corazón y a los vasos sanguíneos, y suelen producirse cuando la grasa y el colesterol se acumulan en las arterias. Esto hace que sea muy importante controlar los niveles de azúcar a todas las edades es muy importante, pero en especial en los mayores, que, son los que tienen más riesgo de desarrollar diabetes o enfermedades cardiovasculares.
La alimentación juega un papel muy importante en este tipo de enfermedades, y llevar una dieta sana y equilibrada es esencial para reducir el riesgo de desarrollar esta patología. En este sentido, la Universidad de Oxford ha publicado en la revista BMC Medicine, que el consumo de azúcares libres, es decir, aquellos que se añaden a los alimentos o los que se encuentran en los zumos naturales de frutas o en la miel, aumentan las posibilidades de tener un problema cardiovascular.
“Cuando se hace zumo de fruta, los azúcares salen de las células y se convierten en azúcares libres. Se pierde la fibra y es más fácil consumir un exceso de azúcar sin darse cuenta", aseguran desde la Fundación Británica del Corazón.
Los investigadores han llegado a esta conclusión tras realizar un seguimiento durante casi diez años a más de cien mil personas en Reino Unido. Los participantes tenían una media de 55 años al comenzar el estudio, y ninguna enfermedad diagnosticada. Durante 2010 y 2012 tuvieron que realizar cuestionarios muy exhaustivos sobre su dieta, y durante los años posteriores, se registraron 3.138 infartos de miocardio y 1.124 ictus entre los voluntarios.
En concreto, los resultados aseguran que el consumo de azúcares libres aumenta un 7% el riesgo de enfermedad cardiovascular total, un 6% el de cardiopatía isquémica y un 10% el de sufrir un ictus.
Sustituir estos azúcares por almidones integrales
Los expertos evidenciaron que a mayor presencia de azúcares libres en la dieta, más alto es el nivel de triglicéridos en sangre, lo que puede explicar el aumento del riesgo de infarto.
“Sustituir almidones refinados y azúcares libres por almidones integrales y azúcares no libres puede proteger frente a la enfermedad cardiovascular”, explican los investigadores en la publicación.
Por otro lado, los expertos también han comprobado como la ingesta en pequeñas cantidades de fibra, ayuda a reducir un 4% el riesgo de desarrollar esta enfermedad. Mientras que el consumo de cerealesintegrales, lo hace en un 6 %.
Los expertos de la Fundación Británica del Corazón también han querido lanzar una serie de recomendaciones como “elegir bebidas sin azúcar; no tomar más de un vaso de zumo de fruta; no añadir azúcar al té o al café; y evitar snacks azucarados o limitarse a porciones pequeñas”.
Sobre el autor:
Laura Moro
Laura Moro es graduada en Periodismo y Comunicación Audiovisual por la Universidad Carlos III de Madrid, y está especializada en temas de salud y género. Su trayectoria profesional comenzó en Onda Cero Talavera.