Es muy probable que dentro de tu nevera siempre tengas una botella o una caja de leche abierta, y que sientas la preocupación de que en algún momento se va a estropear. La leche es un alimento con una gran cantidad de nutrientes, proteínas y vitaminas que tienen muchos beneficios para el cuerpo humano, pero es importante saber detectar cuando ya no está en buen estado.
Al ser la leche un alimento con tantos nutrientes, es el caldo de cultivo ideal para que se desarrollen microorganismos que la puedan llegar a estropear. Es importante mencionar que no todos los tipos de leche tienen la misma duración. La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU)brinda más detalles al respecto:
Leche fresca o pasterizada (tratamiento tradicional): 3-4 días almacenada en frío (4 °C).
Leche fresca o pasterizada (alta pasterización): 15 días almacenada en frío (4 °C).
Leche UHT: 3-6 meses almacenada a temperatura ambiente.
Leche esterilizada: 6-9 meses almacenada a temperatura ambiente.
Una vez abierta la leche, es importante mantenerla siempre en la nevera, pues eso hará que dure más tiempo que tenerla a temperatura ambiente. La duración de una determinada leche en la nevera depende del tratamiento que haya tenido:
La leche pasterizada ha recibido un tratamiento ligero que destruye las bacterias patógenas (peligrosas), pero no esteriliza el producto. En este caso debemos consumirla en 2 o 3 días como mucho.
La leche UHT y esterilizada ha sufrido un tratamiento más severo que esteriliza el producto (mata todos los microorganismos), con lo que aguantaría hasta 5 días en la nevera.
La leche evaporada, por ejemplo, es una leche que se ha concentrado y que, normalmente, ha sufrido un tratamiento térmico de esterilización que hace posible conservarla en envase cerrado fuera de la nevera, por eso una vez abierta, debemos consumirla no más allá de una semana.
La leche condensada tiene un procesado en el que se añade una buena cantidad de azúcar, lo que hace que se conserve en la nevera más tiempo que el resto de las leches, incluso durante un par de semanas, siempre que esté bien tapada. Se estropeará, sobre todo, por el crecimiento de mohos en la superficie del producto, que se verían a simple vista.
¿Cómo saber si la leche está mala?
Existen ciertos factores que te pueden ayudar a darte cuenta si la leche está estropeada o si está aún apta para el consumo. Lo primero que debes hacer es verter la leche en un vaso de cristal transparente y observar su estado. Si ves que la grasa se separa y aparecen puntos blancos que se adhieren a la superficie del vaso, es que ya no la debes consumir.
Por otro lado, es importante oler la leche antes de tomarla. El olor intenso a leche fermentada es un indicativo clave para saber que está estropeada. Finalmente, si ves que todo está normal, prueba un poco de leche para comprobar si el sabor es el ideal para seguir consumiéndola.
Sobre el autor:
Stefano Traverso
Stefano Traverso es licenciado en Ciencias de la Comunicación en la USMP de Perú; con un máster en Marketing Digital & E-commerce en EAE Business School de Barcelona. Ha trabajado en diferentes medios de comunicación en Perú, especializándose en deporte, cultura y turismo.