¿Cuántos tipos de lechuga conoces?

Llega el verano, la época por excelencia para el consumo de ensaladas. Y la lechuga uno de los ingredientes fundamentales de esas ensaladas. Sin embargo, existe infinidad de tipos de lechuga que podemos utilizar y cada una tiene su propio sabor, textura y apariencia. Además, los nutrientes que nos aportan también difieren en algunos casos. Vamos a ver algunos tipos de lechuga que podemos incorporar a nuestras ensaladas este verano.

La lechuga romana es probablemente la más conocida y la más usada en la mayoría de las ensaladas. También se la conoce como lechuga costina u orejona. Se trata de una variedad española, la encontramos en los mercados durante todo el año y es muy económica. Se caracteriza por no formar cogollo, poseer hojas alargadas y un acentuado nervio central. Contiene grandes cantidades de vitaminas y minerales y es perfecta para todo tipo de ensaladas.

De esta variedad son también los cogollos, conocidos como miniromana. Sus características son similares a las de la lechuga romana, pero en tamaño reducido. Sus hojas son pequeñas y apretadas, de forma alargada y ligeramente más rizadas que las de la lechuga romana. Este tipo de lechuga posee un sabor intenso, aunque menos amargo y es ligeramente más tierna que la lechuga romana.

Otra que es muy empleada en todo tipo de ensaladas es la lechuga iceberg. Además de ser una de las más conocidas, también de las más baratas. Sin embargo, es la lechuga con menor valor nutricional para nuestro organismo.

La escarola es una lechuga muy empleada en todas las ensaladas de invierno. La hay de dos tipos: la de hoja rizada y la de hoja lisa o escarola francesa. Diferentes en apariencia, pero no en sabor pues ambas son ligeramente amargas. La temporada propia de la escarola es la época de invierno, aunque hoy día se puede encontrar en el mercado durante todo el año. La escarola marida muy bien con vinagretas suaves, frutas y otros ingredientes dulces.

Opciones menos conocidas pero muy sabrosas

El radicchio o lechuga italiana la conocemos como achicoria roja. Esta lechuga posee un alto valor en antioxidantes y es rica en nutrientes, lo que la convierte en una buena opción para llevar una dieta sana. De hojas rojas duras, crujientes y ligeramente amargas y tiene un sabor muy fuerte.

La lechuga batavia crece en forma de cogollo abierto, con hojas onduladas y rizadas en forma de roseta. Sus hojas son de color verde intenso con las puntas rojizas o marrón. Su sabor es ligeramente ácido, por lo que le sienta de maravilla la combinación con otras lechugas de sabor más suave. Es sabrosa y de textura semicrujiente. Se oxida con facilidad, así que conviene consumirla con rapidez una vez que la tenemos en casa. Combina muy bien con frutas y sabores agridulces.

La lechuga trocadero es variante de la lechuga común que se cultiva en diversas zonas de España y se conoce también como lechuga colocha. Sorprende su forma muy llamativa ya que recuerda a una rosa y suele tener un aspecto bicolor. Es una lechuga de cogollo con hojas finas, largas y unidas, que destaca por su textura mantecosa y tierna. Su sabor es delicado pero intenso con matices ligeramente dulces.

La lechuga hoja de roble es una de las lechugas más apreciadas para preparar ensaladas. Además de proporcionar un bonito colorido al plato que va del verde al morado y una presentación voluminosa por sus hojas rizadas, ofrece una textura tierna y ligeramente crujiente, además de un sabor delicado y dulzón.