Alimentación

Cuidado con los oxalatos: qué son y en qué alimentos se encuentran

65ymás

Sábado 27 de abril de 2024

12 minutos

Pueden provocar infertilidad, osteoporosis o problemas urinarios, entre muchos de sus efectos

Cuidado con los oxalatos: qué son y en qué alimentos se encuentran
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Sábado 27 de abril de 2024

12 minutos

Los oxalatos son una serie de toxinas desconocidas para muchas personas, que se encuentran en ciertos alimentos y que son perjudiciales para nuestra salud. Entre muchos de sus efectos negativos, este compuesto puede provocar infertilidad, osteoporosis o fatiga crónica

Los oxalatos y sus consecuencias

La nutricionista Sally K. Norton, licenciada en Ciencias de la Nutrición por la Universidad de Cornell y máster en Salud Pública por la Universidad de Carolina del Norte (Estados Unidos), explica para la revista Infosalus en qué consisten exactamente los oxalatos y qué daños pueden producir. 

"La sobrecarga de estas toxinas en nuestro organismo puede provocar infertilidad, problemas intestinales, dolor articular, niebla mental, inflamación, enfermedades autoinmunitarias, osteoporosis, depresión, trastornos del sueño, cálculos renales, o por ejemplo, fatiga crónica", explica la experta. 

Tras décadas sufriendo inflamación articular crónica y dolor de espalda, entre otros problemas, Norton descubrió que los culpables de su malestar eran los oxalatos escondidos en su dieta vegetariana, "supuestamente saludable y orgánica".

 

Cuidado con los oxalatos: qué son y en qué alimentos se encuentran

 

Estas toxinas dañan los sistemas de mantenimiento, protección y reparación del cuerpo. Causan estrés agudo en el período de 8 a 10 horas después de la ingesta y se acumulan en los tejidos durante años de ingesta excesiva rutinaria.

Están vinculados a muchos procesos patológicos ya que tal y como explica la nutricionista, "pueden dejar depósitos de cristales en el cuerpo, que dañan los tejidos vasculares, las glándulas y los tejidos conectivos. Los síntomas suelen ser tardíos, variables y cambiantes".

Asimismo, afectan a cada persona de manera diferente y sus efectos suelen pasar desapercibidos, incluso para las personas que se encuentran o están muy enfermas.

 "Algunas de las consecuencias para la salud más comunes del consumo son inflamación en las articulaciones, la pérdida ósea, los problemas de humor y de sueño, la pérdida de visión, el deterioro de la tiroides, el deterioro cerebral, problemas digestivos, la fatiga, la picazón en la piel.", explica Norton. 

Además, según asegura la nutricionista, traen problemas urinarios como el dolor de vejiga, las infecciones, y los cálculos renales. También pueden causar los problemas de la vejez. 

Sus efectos pueden afectar a cualquier persona, independientemente de su edad, de su sexo, o de su origen demográfico. 

"El factor más importante son los hábitos alimentarios individuales, dado que al menos el 50% del oxalato total del cuerpo proviene directamente del consumo de alimentos", añade.

En qué alimentos se encuentran

Se encuentran niveles altos en muchos productos vegetales. Algunas de las verduras más dañinas son las espinacas, las acelgas, las hojas de remolacha, las batatas, o el ruibarbo.También hay que tener cuidado con las patatas blancas para asar, las zanahorias y el apio.

Los frutos secos y las semillas, concretamente las almendras, los anacardos, los cacahuetes, la amapola, la chía, el cáñamo y el tahini son una fuente importante de oxalatos. 

 

Cuidado con los oxalatos: qué son y en qué alimentos se encuentran

 

En cuanto a las frutas, los albaricoques, las moras, las frambuesas, las clementinas, las bayas de saúco, los higos, el kiwi, las aceitunas, y las granadas tienen un alto contenido

"Por ejemplo, un smoothie o batido de espinacas hecho con leche de almendras contiene 800-1.000 miligramos de oxalatos, cuando una cantidad segura es la de 250 miligramos al día", agrega Norton.

En la mayor parte de las alubias (negras, blancas) y la soja hay oxalatos. En los cereales de salvado, el trigo sarraceno, la quinoa, la sémola de maíz, el pan integral, el pan de centeno y los macarrones también.

 "El cacao, el cacao en polvo, así como el chocolate amargo; además de la pimienta negra, la canela, el comino, el curry, y la cúrcuma. Muchos de estos alimentos citados son populares y muchos se consideran 'superalimentos' ", advierte la nutricionista.

Las dietas vegetales y cetogénicas 

Las plantas aportan la mayor parte del oxalato en la dieta, por lo que quienes eligen dietas basadas en plantas "pueden estar consumiendo altos niveles de oxalato". 

Otras opciones dietéticas que tienden a aumentar la ingesta de oxalato son las dietas cetogénicas por el uso intensivo de nueces y de vegetales bajos en carbohidratos.

Las personas que hacen dieta sin gluten suelen utilizar harinas de frutos secos, y otros alimentos con un alto contenido de oxalatos. También, las dietas antienvejecimiento con alimentos 'antioxidantes', tienden a tener una cantidad extremadamente alta

Asimismo, Norton subraya que las personas con una buena salud intestinal y renal pueden estar protegidas por un tiempo, manteniendo los síntomas a raya. Sin embargo, sostiene que quienes padecen afecciones inflamatorias son más susceptibles y pueden experimentar síntomas evidentes más rápidamente. 

 

Cuidado con los oxalatos: qué son y en qué alimentos se encuentran

 

"Muchos de los problemas causados por los oxalatos no presentan síntomas hasta que la capacidad del cuerpo para afrontarlos comienza a fallar. Para entonces, es posible que se hayan desarrollado problemas crónicos que pueden ser difíciles de revertir por completo", considera Sally K.Norton.

Lo ideal sería consumir 200 miligramos de oxalatos diarios como mucho para adultos. Para niños y otras personas vulnerables debería ser mucho menos (menos de 100 miligramos diarios). 

"Minimizar al máximo su consumo es clave para evitar la toxicidad crónica", considera la experta.

¿Cómo saber si los oxalatos me están haciendo daño? 

 Los oxalatos no son dañinos para todo el mundo por igual. Sin embargo, Norton remarca que es muy probable que un número significativo de personas se vean afectadas por su impacto sin darse cuenta de ello. 

"La susceptibilidad a enfermedades relacionadas con los oxalatos varía entre los individuos, influenciada por múltiples factores. La diversidad genética, por ejemplo, puede determinar la capacidad de una persona para regular la absorción de los oxalatos, y facilitar su eliminación segura", recalca.

 Para saber si los oxalatos están perjudicando a tu cuerpo, Sally K. Norton explica que la mejor manera es adoptar una alimentación consciente de los oxalatos que tomamos.

 

Cuidado con los oxalatos: qué son y en qué alimentos se encuentran

 

"Pruebe la dieta y podrá determinar si tiene algún síntoma de sobrecarga de oxalatos, o signos cíclicos de desacumulación de oxalatos", apunta.

Entre estos síntomas cambiantes, recurrentes y esporádicos, puede estar el dolor en cualquier parte del cuerpo, en los huesos o las articulaciones, problemas hormonales y de sueño, dolencias digestivas o de vejiga, o problemas del estado de ánimo así como cálculos renales.

Reducir la ingesta de oxalatos es la clave para evitar la sobrecarga y reducir los síntomas relacionados con su sobreingesta. Para disminuir el consumo, se debe reemplazar los alimentos con alto contenido de oxalatos, por sustitutos con una baja cantidad. 

"Una vez que practique este enfoque para desarrollar la dieta más segura, con el tiempo se volverá fácil y flexible", resuelve Sally K. Norton.

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