Desalar bacalao es sencillo si sigues estos pasos

El bacalao es uno de los pescados más apreciados y consumidos en la gastronomía española. Sin embargo, para disfrutar de este pescado blanco tan versátil y que forma parte de una gran cantidad de elaboraciones, es necesario desalarlo antes. La forma de hacerlo es sumergirlo en agua durante dos o tres días e ir cambiando el agua. Y aquí te vamos a contar paso a paso cómo hacerlo para que tus platos con bacalao triunfen.

El bacalao en salazón viene cubierto de una capa de sal que debemos quitar bajo el chorro del grifo antes de sumergir en agua. Si no lo hiciéramos así, tararía más tiempo en desalarse. Además, es importante que los trozos que vamos a desalar sean más o menos del mismo tamaño para que estén el mismo tiempo en el agua y todos en su punto de sal.

Lo más importante es elegir un recipiente profundo porque el bacalao tiene que estar completamente cubierto de agua. Así que, colocaremos los trozos de bacalao con la piel hacia arriba en el recipiente y los cubriremos completamente de agua muy fría, se guarda en la parte baja de la nevera y sin tapar. De esta forma, evitamos variaciones de temperatura que estropeen el pescado.

Los tiempos

Los trozos más gruesos deben estar en agua tres días con cambio de agua cada 8-10 horas aproximadamente, mientras que las partes más finas se desalarán durante día y medio, con el mismo intervalo de cambio de agua.

Si se trata de desalar migas de bacalao, basta con tenerlas en agua durante un par de horas con un cambio de agua. O, si necesitamos un desalado todavía más rápido de unas migas de bacalao, podemos lavarlo al chorro del grifo durante unos 10 minutos.

Es importante que el agua en la que se sumerge el pescado en casa cambio de agua esté bien frío, para evitar que el bacalao se abra. Se pueden echar de vez en cuando cubitos de hielo para conseguir bajas temperaturas.

Podemos comprobar si el pescado está en su punto de sal probando un poco de la zona central del pescado. Si aun tiene un exceso de sal, te recomendamos ponerlo de nuevo a remojo durante dos o tres horas en leche fría, añadiendo además un par de ajos con piel.

Secarlo antes de cocinarlo

Pasado el tiempo de desalado, se extraen las porciones del frigorífico y se ponen sobre un trapo de cocina o un papel absorbente, de manera que el pescado se seque antes de utilizarlo en la cocina. De este modo, el bacalao recuperará la temperatura ambiente y su esponjosidad.