Descubre las diferencias entre el salmorejo y el gazpacho

En verano lo que más nos apetece son cosas frescas y ligeras. Y es que con las altas temperaturas que estamos registrando, los alimentos pesados quedan en segundo plano. Sin embargo, hay dos platos que son consumidos especialmente en verano y que causan furor: el gazpacho y el salmorejo. Hay personas a las que les gustan ambos platos, pero hay otras que se inclinan únicamente por uno u otro. Pero, realmente, ¿qué diferencias hay entre estos dos típicos platos de nuestra gastronomía? Pues bien, aunque sean muy parecidos de aspecto y también de ingredientes, guardan sus peculiaridades.

Hoy os explicamos las diferencias básicas de ingredientes entre ambos productos para que podáis elegir con qué receta os quedáis, aunque también podéis optar por quedaros directamente con los dos.

Salmorejo vs gazpacho

La base de este plato está formada por los siguientes ingredientes:

• Tomate
• Ajo
• Cebolleta
• Aceite de oliva

Y, además, para el salmorejo añadiremos huevo duro y taquitos de jamón. Este plato tiene una consistencia más densa que el gazpacho, debido a que tiene ingredientes como el huevo o el jamón que le dan esta textura.

La base del gazpacho es exactamente la misma que la del salmorejo, con los mismos ingredientes. Lo que cambia es los 3 productos que añadimos después y que son: pimiento, pepino y vinagre. Estos últimos ingredientes son los que hacen que el gazpacho sea más ligero y menos denso que el salmorejo, ya que, al añadir verduras en lugar de huevo y jamón, junto con el vinagre, hacemos que la textura sea mucho más ligera que la del salmorejo.

Por otro lado, una de las preguntas que más se plantea la gente es cuál de los dos es más sano y cuál engorda más. La respuesta es muy sencilla: ambos son muy iguales en este sentido. Es decir, los dos son muy sanos, ya que todos los productos que utilizamos son naturales y a base de hortalizas. Sin embargo, sí que es verdad que el gazpacho, al utilizar más verduras que el salmorejo, puede ser más ligero en este sentido, pero ambos son productos sanos y sin gran aporte calórico.  La gran diferencia la marcaréis vosotros mismos, en función de cuanto aceite de oliva utilicéis y, sobre todo, en función de la cantidad de pan que añadáis para acompañar estos platos. Pero, si preparáis estos platos vosotros en casa, que es lo más recomendado antes de comprarlo en el supermercado, estaréis consumiendo dos platos muy sanos, muy ligeros y fresquitos, un combo perfecto para el verano y sus altas temperaturas.