La esperanza de vida es la cantidad media de años que vive una determinada población en un periodo determinado. En España la media se sitúa en 81,8 años para los hombres y 87 para las mujeres, pero, sin embargo, son varios los ejemplos que conocemos de personas centenarias. Sin ir más lejos, la catalana María Branyas es actualmente la persona más longeva del mundo con 115 años.
Branyas es una de las más de 621.000 personas que tienen más de cien años, según datos de la División de Población de la ONU. De todas ellas, más de 50.000 residen China.
Teniendo en cuenta esta cifra tan elevada, un grupo de investigadores ha publicado en la resvista Nutrients, un estudio donde desvelan los tres hábitos que siguen en el país para superar la barrera de los 100 años.
"Los determinantes de la longevidad no se entienden completamente. Se cree comúnmente que las etiologías múltiples (por ejemplo, factores biológicos, ambientales y psicosociales) actúan juntas. Los factores del estilo de vida, como la actividad física, el tabaquismo y los hábitos alimenticios, juegan un papel importante", explican.
Y lo cierto es que sus hábitos no tienen mucho misterio: realizar ejercicio físico y tener una alimentación rica en frutas y verduras, y con poca sal, son algunas de las características de esta alimentación: "La asociación entre la ingesta de alimentos básicos (por ejemplo, arroz y trigo) y los resultados de salud sigue estando poco estudiada en la población general, incluida la de edad muy edad", comenta el estudio.
Para llegar a estas conclusiones, los autores utilizaron los datos de la 'Encuesta Longitudinal de Longevidad Saludable de China' realizada entre 1998 y 1999 a 8.959 personas mayores de 80 años. La base de datos se fue actualizando cada tres años hasta 2011: "Al final del seguimiento, la edad media era de 97,6 años para los sobrevivientes, y 96,5 años para los no supervivientes".
Hay alimentos que no influyen en el riesgo de mortalidad
De todos los datos, los expertos se centraron en los hábitos alimenticios, el estilo de vida y la mortalidad (durante la duración de la encuesta murieron 6.626 personas). Estos datos se recopilaron en su momento a través de entrevistas personales, donde los mayores contaba qué hábitos de alimentación seguían: " Se pidió a los participantes que informaran de su ingesta de alimentos (tanto actual como a la edad de 60 años) de frutas, verduras, carne, pescado, frijoles, té, ajo, huevo y verduras conservadas con sal", matizan.
En este sentido, se dieron cuenta de que la dieta china se basa en el consumo de vegetales y carbohidratos, pero pocas proteínas animales. El estudio apunta a que las frutas y verduras frescas reduce la mortalidad, pero las hortalizas envasadas aumenta el riesgo: "El consumo de frutas y verduras fue inverso, mientras que la ingesta de verduras conservadas con sal fue positiva, se asoció con el riesgo de mortalidad entre los más mayores", apunta el estudio
Por otro lado, concluyeron que ni la carne, ni el pescado, las legumbres o los huevos, tienen efectos protectores.
Otro de los alimentos básicos de esta dieta, el arroz, tampoco tiene ningún efecto, ni positivo, ni negativo, aunque un dato curioso es que para la población occidental el consumo en exceso de este alimento es perjudicial, mientras que para los asiáticos no, porque se adapta mejor a su dieta.
En lo que se refiere a las legumbres, el 80% de los participantes las tomaban, en especial el tofu. No obstante, a mayor consumo, mayor riesgo de mortalidad, aseguran los investigadores, que compararon estos datos con aquellos que no tomaban tanta proteína.
En cuanto a sexos, las mujeres tienen menos riesgo de mortalidad que los hombres, y de nuevo, hacer ejercicio físico protegía de la mortalidad prematura: "Las mujeres tenían aproximadamente un 20 % menos de riesgo de mortalidad que los hombres. Tener un trabajo manual antes de los 60 años se asoció con un aumento del 37 % en el riesgo de mortalidad en comparación con aquellos con un trabajo no manual", se puede leer entre las conclusiones del estudio.
De esta manera, los investigadores creen que las frutas y verduras se relacionan con mayor esperanza de vida. Mientras que otros alimentos con el arroz, no son perjudiciales en el país asiático. Y de nuevo, el consumo en exceso de proteínas, puede ser un riesgo."Nuestros hallazgos extienden la evidencia de los efectos beneficiosos de la ingesta de frutas y verduras entre las personas más mayores", concluyen los autores.
Sobre el autor:
Laura Moro
Laura Moro es graduada en Periodismo y Comunicación Audiovisual por la Universidad Carlos III de Madrid, y está especializada en temas de salud y género. Su trayectoria profesional comenzó en Onda Cero Talavera.