Rosa Roch
Rosa Roch es redactora especializada en temas de salud, alimentación y gastronomía.
… saber más sobre el autorAsociamos el origen del cruasán (croissant, en francés) con Francia, pero este delicioso bollo de textura suave y forma de media luna, tiene su origen en Viena (Austria). Son muchas las historias en torno al cruasán, pero la que más fuerza ha cobrado es la de que fue un invento de los panaderos de Viena para celebrar la victoria de esta ciudad ante el ataque del Imperio Otomano en la batalla de Kahlenberg o segundo sitio de Viena, en 1683. De ahí que el cruasán tenga esta forma de media luna, una manera de conmemorar la pericia y valentía de la población y al ejército al defender la ciudad.
Se elabora con tres ingredientes básicos: masa de hojaldre, levadura y mantequilla y, aunque con solo estos tres ingrediente obtenemos un delicioso dulce, se le pueden añadir otros complementos, ya sean dulces o salados, que harán las delicias de jóvenes y mayores.
Y es que existen alimentos que por su textura y sabor son una delicia para el paladar. Son los alimentos llamados adictivos, es decir, aquellos que producen un efecto placentero en el cerebro pues hacen aumentar sustancias químicas como la dopamina y la betaendorfina, responsables de producir placer y sensación de bienestar.
Podríamos decir que el cruasán, al igual que otros productos de bollería elaborados con azúcar y otros carbohidratos, produce este efecto placentero en muchas personas. ¿A quien no le gusta desayunar un cruasán, solo o relleno con chocolate, mermelada, queso o fiambre? ¿Si además se acompaña con una café con leche o un zumo de naranja?
Sea de una manera o de otra, te invitamos a celebrar el Día Internacional del Croissant compartiendo con nosotros, en las redes sociales, las fotos de tus cruasanes etiquetándolas con los hashtags: #65ymas y #DiaCroissant. ¡Nos encantará verlas! Y para ello te dejamos una receta del típico cruasán de mantequilla:
Ingredientes (para 12 cruasanes)
Elaboración