Verónica Mollejo
Alimentación
Día Mundial del Vegetariano: mitos falsos sobre este tipo de alimentación
A pesar de la creencia popular, los vegetarianos no se alimentan exclusivamente de frutas y verduras
Como bien es sabido, el vegetarianismo es un tipo de alimentación que tiene como principio básico no consumir carne ni pescado. Sin embargo, debido a la popularidad de la que disfruta hoy en día, esta práctica ha evolucionado hasta dividirse en distintos grados o niveles. Por ejemplo, algunas personas también rechazan todos los productos derivados de los animales, como la miel, los huevos o la leche, y son conocidos como veganos; sin embargo, si sí consumen esta última bebida, se denominan lactovegetarianos; mientras que aquellos que solo se alimentan de fruta practican el frugivorismo.
Tal es la complejidad de este movimiento, que apareció por primera vez a finales de la década de 1840 y estaba vinculado a los seguidores del Sistema de Pitágoras, que multitud de mitos han distorsionado su imagen, motivando que la población realmente no conozca sus preceptos ni la loable filosofía de vida que esconde detrás, a favor de los animales y el cuidado del medio ambiente.
Con motivo del Día Mundial del Vegetariano, que se celebra cada año el 1 de octubre, hoy repasamos algunas de las falsas creencias que todavía circulan sobre esta tendencia alimentaria.
Los alimentos veganos son muy caros
Uno de los mitos más extendidos y que echa para atrás a muchas personas a la hora de querer unirse al vegetarianismo. No obstante, lo cierto es que esta dieta se basa en alimentos tan baratos y accesibles como la fruta, las verduras, las legumbres o los frutos secos, disponibles a granel y que van cambiando según la temporada. Eso sí, hay algunos productos que sí ven incrementado su precio, pero suelen ser aquellos que sirven para sustituir la carne y cuyo consumo es ocasional.
Todos los vegetarianos toman suplementos vitamínicos
Nada más lejos de la realidad, aunque obviamente hay excepciones. Lo mejor a la hora de hacer la transición de una dieta convencional a una vegetariana es acudir a un especialista, que compartirá contigo las mejores pautas y consejos para seguir una alimentación sana, variada y equilibrada, sin necesidad de incluir carne o pescado.
El vegetarianismo no nos aporta suficientes proteínas
Es innegable que la carne es una fuente sumamente valiosa de proteínas de alta calidad, pero esto no significa que no podamos obtenerlas también de los alimentos de origen vegetal. Existen multitud de productos que incluyen todos los aminoácidos esenciales para el organismo como, por ejemplo, la quinoa, las alubias blancas, los garbanzos, la soja, los pistachos o las semillas de chía. Introdúcelos de manera habitual en tu dieta y con las proporciones adecuadas y podrás estar cubierto.
Los vegetarianos no engordan
Aunque hay estudios que demuestran que una dieta vegetal previene el sobrepeso y reduce el Índice de Masa Corporal, si el individuo en cuestión consume más energía de la que después gasta, corre el mismo riesgo de engordar que el resto. Por eso, es muy importante seguir unos hábitos de vida saludables y no comer de manera descontrolada, aunque sean frutas y verduras. El exceso nunca es bueno.