Seguir una dieta adecuada ayuda a mantener la capacidad auditiva en las personas mayores

Existen diversas causas que pueden provocar una disminución en la capacidad de audición de manera repentina o progresiva. Cuando esa pérdida auditiva, en mayor o menor grado, se debe al propio paso del tiempo y al proceso de envejecimiento, se habla de presbiacusia, una patología que, según datos de la Sociedad Española de Otorrinolaringología (@SEORLCCC), afecta al 20% de la población mayor de 60 años y al 70% de los mayores de 70.

¿La pérdida de audición se puede prevenir mediante la alimentación?

Es importante aclarar determinados conceptos. Mantener nuestros oídos saludables depende, en gran parte, de los cuidados que les prestemos a lo largo de toda la vida. Una adecuada higiene, evitando el uso incorrecto de los habituales bastoncillos; protegerlos del frío, tomar las debidas precauciones si se está en ambientes donde el ruido es constante y elevado, evitar golpes en la zona o introducir cualquier objeto en el conducto auditivo que pueda provocar daños, son algunas de las que podemos poder en práctica. Además, hay que recordar que acudir al especialista ante cualquier anomalía que podamos detectar, así como realizar las revisiones anuales correspondientes, son medidas básicas de prevención

Respecto a la alimentación, también una dieta saludable, rica y variada, que aporte al organismo -incluidos nuestros órganos de audición- las vitaminas y minerales que requiere su buen estado, es esencial para nuestro bienestar general y para la salud de nuestros oídos.

La Organización Mundial de la Salud (@OMS_es) incluye la dieta sana y el ejercicio moderado frecuente como medidas importantes a la hora de prevenir o retrasar la pérdida de audición en edades avanzadas, señalando que estos dos hábitos saludables ayudan a evitar enfermedades como la hipertensión y la diabetes, patologías que pueden predisponer a la pérdida de audición.

En cuanto a la posibilidad de revertir una situación de pérdida auditiva únicamente por métodos naturales (alimentos, infusiones o supuestos remedios) la Organización, al igual que los especialistas médicos, es tajante: no se puede. Lo que sí existe son avanzados dispositivos (audífonos), tratamientos e implantes cocleares que ofrecen distintas y eficaces soluciones adaptándose a las necesidades individuales.

¿Hay alimentos concretos que contribuyen a la salud de nuestros oídos?

La alimentación se convierte en aliada de la salud auditiva desde el momento en que una dieta saludable y equilibrada es indispensable para mantener en buen estado el sistema inmunológico ayudando así a prevenir o minimizar los efectos de un proceso infeccioso. Hay que recordar que los distintos tipos de otitis, la del oído medio o la que afecta al externo en un proceso inflamatorio, pueden provocar no solo una disminución momentánea de la audición. Si se repiten con frecuencia, podrían volverse crónicas y derivar en una importante merma en la capacidad de audición o incluso en sordera.

Algunos alimentos, con múltiples propiedades saludables, parecen incluir en su composición aquellos elementos que resultan más beneficiosos para el buen estado de los oídos, según señalan centros especializados en audición.

En general, los alimentos de origen vegetal, especialmente aquellos de color anaranjado o rojizo, son ricos en pro vitamina A (betacaroteno). Se trata de un potente antioxidante que ayuda a mantener el organismo, a nivel celular, en buen estado. Los expertos señalan que juega un papel importante en el mantenimiento de tejidos blandos, óseos, membranas y mucosas, contribuyendo a cuidar tanto nuestros ojos, como nuestros oídos. Zanahoria, calabaza, pimiento, tomate... son algunos de los alimentos de este grupo que no deben faltar en la dieta.

Importantes propiedades antioxidantes posee también la vitamina E, que podemos encontrar fácilmente en alimentos como el aceite de oliva, los aguacates y algunos frutos secos, por lo que, también en las cantidades debidas, contribuyen a cuidar la salud auditiva.

En el grupo de las vitaminas, no puede faltar también la C por sus buenas cualidades a la hora de ayudar a prevenir infecciones tan comunes como una gripe o resfriado que, en muchas ocasiones, afectan directamente a los oídos.

Por sus propiedades antibacterianas o por contener nutrientes especialmente importantes a la hora de cuidar el conducto auditivo, hay alimentos que destacan especialmente. Es el caso del ajo, cuya capacidad bactericida está demostrada. También se considera un vegetal que ayuda a controlar la hipertensión y a mantener la glucosa en sangre en los niveles correctos.

Alimentos procedentes del mar, sobre todo algunos mariscos ricos en zinc, como las ostras o las almejas y los pescados azules, que aportan ácidos grasos saludables como el Omega 3, también tendrían que incluirse en una dieta pensada para cuidar los oídos. En el caso del zinc, algunas teorías apuntan a que la insuficiente presencia de este mineral en el organismo podría tener relación con los molestos acúfenos, los zumbidos o pitidos que a veces afectan a las personas mayores.