La dieta vegetariana se caracteriza por excluir el consumo de carne, productos cárnicos y pescado. En función de los alimentos que se consuman, la alimentación vegetariana puede recibir varios nombres, en función de si incluyen o no consumo de huevos o lácteos. En caso de prescindir también de todos los productos de origen animal, hablamos ya de dieta vegana.
Las personas que llevan este tipo de alimentación, rica en plantas, tienen más probabilidades de vivir más y desarrollar menos enfermedades graves. Esta es la principal conclusión del estudio publicado en la revista PLOS ONE, que ha llevado a cabo la Universidad de Bolonia (Italia).
Tras revisar 48 estudios publicados a lo largo de 23 años (enero de 2000 y junio de 2023), el equipo, liderado por el doctor Angelo Capodici, e integrado por 11 investigadores pertenecientes a instituciones de Estados Unidos, Italia o Reino Unido, asegura que no es que haya que eliminar completamente el consumo de carne, ya que hay que tener en cuenta las necesidades dietéticas de cada persona.
El equipo de Capodici quiso medir el impacto de la alimentación vegetariana y vegana en enfermedades cardiovasculares y el cáncer, que son las dos principales causas de muerte y discapacidad en el mundo. Los resultados fueron claros: estas dos dietas se asociaban con mejores indicadores de salud, como por ejemplo, mejores niveles de colesterol, control de azúcar en sangre, un índice de masa corporal más bajo y menor inflamación, en comparación con las personas que también consumían carne.
Mujeres embarazadas
Ahora bien, al revisar todos estos estudios, se dieron cuenta de que en las mujeres embarazadas que seguían este tipo de alimentación, no mostraban un menor riesgo a desarrollar diabetes gestacional e hipertensión.
Estas evidencias llevaron al equipo a no querer afirmar con rotundidad que los alimentos de origen vegetal es el único motivo que mejora la salud: “También se ha descrito que los vegetarianos, además de reducir el consumo de carne, comían menos granos refinados, grasas añadidas, dulces, bocadillos y bebidas calóricas que los no vegetarianos y tenían un mayor consumo de una amplia variedad de alimentos vegetales”, explican los investigadores.
Por eso, el equipo cree que lo importante de la dieta no es tanto dejar de consumir carne, sino aumentar el consumo de vegetales y reducir la ingesta de alimentos ricos en grasas y azúcares añadidos.
“Nuestro estudio evalúa los diferentes impactos de las dietas libres de animales en la salud cardiovascular y el riesgo de cáncer, mostrando cómo una dieta vegetariana puede ser beneficiosa para la salud humana y ser una de las estrategias preventivas más efectivas para las dos enfermedades crónicas más impactantes en la salud humana en el siglo XXI”, concluye el estudio.
Sobre el autor:
Laura Moro
Laura Moro es graduada en Periodismo y Comunicación Audiovisual por la Universidad Carlos III de Madrid, y está especializada en temas de salud y género. Su trayectoria profesional comenzó en Onda Cero Talavera.