Victoria Herrero
Alimentación
¿Es lo mismo la confitura que la mermelada? La principal clave está en el azúcar
Ambas preparaciones también se diferencian en la cantidad de fruta empleada para su elaboración
Resolvemos el misterio; son parecidas, pero no iguales. Hablamos de la mermelada y la confitura, cuya principal diferencia que las separa es la cantidad de azúcar que lleva cada una de estas elaboraciones culinarias. Pero, también hay disparidad en la cantidad de frutas y el estado de las mismas a la hora de preparar mermeladas y confituras.
La cantidad de azúcar, la principal diferencia que las separa
Mientras que para hacer mermelada empleamos frutas enteras (o bien se cortan en trozos o bien se trituran para ser cocidas con algo de azúcar); en el caso de las confituras, el ingrediente principal es "una mezcla de consistencia gelatinosa, elaborada con azúcares, pulpa o puré de la fruta y agua", como explica la farmacéutica y especialista en nutrición Cristina Galindo (@cristinagaliano) que recuerda que, entonces, la pulpa tiene una mayor concentración de azúcar en comparación con la mermelada.
De ahí que sea más saludable consumir mermelada, sobre todo si es casera elaborada por nosotros mismos ya que no llevará otro tipo de aditivos. En este caso, podemos preparar mermelada sin azúcar, y para ello se puede sustituir el clásico edulcorante por un pequeño chorro de zumo de limón o por otro tipo de añadidos como la miel, la melaza, la stevia o los siropes. Eso sí, no se conservará de la misma manera que si lleva azúcar, por lo que el máximo tiempo que tenemos para consumirla (una vez abierta y guardada en el frigorífico) es de una semana.
Y si quieres que cuaje bien, usa una gelatina neutra en la receta para darle algo de consistencia. Teniendo esto claro se pueden hacer un sinfín de mermeladas: fresa, melocotón, ciruela, tomate, mora, higo, manzana, cereza...
¿Cuánta fruta se necesita en cada caso?
La confitura y la mermelada tampoco son similares por la cantidad de fruta que se emplea en cada caso. Como detalla esta especialista, para hacer mermelada la cantidad mínima es de un 30% de fruta (si llega a un 50% se denomina extra); mientras que, en el caso de las confituras, lo mínimo es un porcentaje de un 35%, y cuando el contenido es igual o por encima de un 45%, "puede calificarse como confitura extra". Y una última diferencia: la confitura tiene un aspecto y textura más gelatinoso, al contrario que la mermelada que se presenta algo más líquida.
Diferencias que también se pueden observar en otra variedad similar que encontramos en el mercado. Hablamos de la jalea de frutas, que se prepara empleando frutas con piel y pepitas que se trocean y se echan en una olla para ir cociéndolas. Una vez que se ha soltado el jugo de las frutas y estas estén blandas, pasamos la mezcla por un colador para evitar esos restos de peladuras o pequeños huesos. Una vez hecho esto, se añade agua con azúcar.
Aquí existe una coincidencia con las confituras, ya que llevan una mayor cantidad de azúcar para compensar el sabor amargo de esas cáscaras o esa pulpa que se usa en su elaboración.