Rosa Roch
Rosa Roch es redactora especializada en temas de salud, alimentación y gastronomía.
… saber más sobre el autorHay frutas que son muy parecidas o casi iguales entre ellas, como es el caso de las cerezas y las picotas o los plátanos y las bananas, pero que en realidad cada una de ellas tiene ciertos aspectos que las diferencian. Pasa lo mismo con las fresas y los fresones que, si bien son muy parecidos en forma y color, tienen algunas características que las hacen diferentes.
Son frutas que en estado óptimo de conservación no duran el mismo tiempo, el precio es diferente y ni el sabor ni el color son los mismos. Las mayores diferencias las podemos encontrar en el tamaño, pero también en el color interior de la fruta y los valores nutricionales.
La fresa es una de las frutas estrella a la hora de preparar postres, ya sea combinada en una macedonia con otras frutas, por ejemplo, plátano, o naranja; para acompañarlas con un poco de nata; para hacer tartas y bizcochos. Su color rojo intenso, su forma de corazón y su tamaño hacen que queden bien en cualquiera de estas preparaciones. Además, si se nos han pasado u poco y su aspecto no es el mejor, también podemos preparar con ellas deliciosos zumos, helados o aprovecharlas para hacer una sopa fría, como se hace con el melón o la sandía. También es una fruta que podemos utilizar para dar un toque de acidez a las ensaladas.
El valor nutricional de las fresas es muy interesante. Son ricas en minerales y destacan especialmente por la concentración de vitamina C, que la hace una de las frutas más ricas en esta vitamina. Además, es baja en azúcar, rica en fibra y es agua en un 90%.
Por cada 100 gramos de fresas obtenemos:
El fresón es una fruta de aspecto muy similar a la fresa, pero de tamaño mayor. Además, es una fruta que podemos encontrarla en el mercado casi durante todo el año pues no son tan estacionales como las fresas, de ahí que su producción también sea mayor.
Al igual que las fresas, los fresones son ricos en vitamina C y ácido fólico, son un 85% de agua y bajos en calorías. Destacan por su efecto antioxidante y antiinflamatorio, aumentan las defensas y gracias a la vitamina K y al magnesio, fortalecen los huesos.
Si bien son muy parecidas, como hemos visto hay algunas diferencias claras entre ellas: