Disfruta de la lombarda: así puedes incorporarla a tu dieta

La temporada de la lombarda va desde el invierno y los inicios de la primavera, aunque es un alimento que podemos encontrar durante todo el año en el mercado. La lombarda o col morada es una hortaliza que forma parte de la gran familia de las crucíferas, que cuenta con más de 3.000 especies.

Esta verdura destaca por su color, que oscila entre azules y violáceos, matices que vienen determinados por el suelo en el que se cultiva. Debe su color a la presencia de la antocianina, un flavonoide. Destaca por su sabor dulzón y es ideal para acompañar carnes o tomar cruda en ensaladas. 

Beneficios que nos aporta

Podemos resumir sus beneficios en que es saciante, con pocas calorías y un gran porcentaje de agua. El hecho de que aporte tan pocas calorías la convierte en un ingrediente ideal para los menús de invierno, guisos y potajes con los que a veces nos pasamos de grasas.  

Además, nos aporta una buena cantidad de fibra y de vitamina C, que previene la oxidación de las células. Destacan sus propiedades antioxidantes, que redundan en que la col lombarda es un alimento que previene la aparición del cáncer, protege el sistema cardiovascular y reduce la tensión arterial. Por otra parte, este alimento es rico en potasio, beneficioso para el buen funcionamiento del sistema nervioso.

Algunas formas de consumirla

La podemos preparar de distintas formas, ya sea cocida o cruda. Si la queremos consumir en crudo, la mejor opción es como ingrediente de ensaladas, para lo que debemos cortarla muy fina y aportará un toque casi crujiente.

Por ejemplo, podemos preparar una rica guarnición para acompañar un plato de carne a base de lombarda al ajillo. Para ello, cortaremos la lombarda en juliana y la pocharemos a fuego lento en una sartén. Después, añadiremos caldo de carne y lo dejaremos cocer un buen rato. Después, cuando no quede caldo, añadimos ajos en láminas y unos pocos piñones y dejamos que se hagan unos minutos.

También la podemos preparar con manzana y nueces. Seguramente sea una de las recetas más tradicionales. Pochamos cebolla, añadimos la lombarda y la cocinamos a fuego suave. Después añadimos la manzana y, seguidamente, el caldo de carne y dejamos que se cocine todo junto. Antes de servir en la mesa, añadimos las nueces picadas. O podemos poner uvas pasas y piñones.

Aunque, si queremos darle un toque sorprendente, podemos hacer unas empanadillas con este relleno.

Otras opciones son la crema de lombarda y queso, un hojaldre relleno de lombarda salteada o la lombarda encurtida