Revelan que el 67% de los españoles consume alimentos caducados si parecen en buen estado
Según el 'Barómetro de Seguridad Alimentaria de AECOC'
Más de una persona se ha comido un yogur el cual la fecha había expirado diciendo el típico "la fecha es orientativa", pero ¿es esto bueno? Un reciente estudio del 'Barómetro de Seguridad Alimentaria de AECOC' ha revelado que el 67% de los consumidores en España está dispuesto a consumir productos cuya fecha de caducidad ha pasado, siempre que su apariencia y olor no indiquen deterioro. Este informe, presentado en el 22º Congreso de AECOC de Seguridad Alimentaria y Calidad en Madrid, también señala que el 85% de los consumidores presta atención a las fechas de caducidad o consumo preferente.
El estudio destaca que un 62% de los consumidores asocia correctamente la seguridad alimentaria con la prevención de enfermedades transmitidas por alimentos. Sin embargo, los jóvenes muestran confusión, relacionando la seguridad alimentaria con conceptos como sostenibilidad y alimentación saludable.
Confianza en organismos oficiales y riesgos percibidos
El informe indica que el 81% de los consumidores busca información sobre seguridad alimentaria, confiando principalmente en organismos oficiales como la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN), y en profesionales sanitarios. A pesar de esto, un 61% de los encuestados cree que los mayores riesgos de seguridad alimentaria ocurren durante la producción industrial, seguido por la restauración y el transporte de alimentos, y no por la fecha de caducidad de dichos alimentos.
Por otra parte, menos de la mitad de los consumidores es consciente de los riesgos asociados a la manipulación y conservación de alimentos en el hogar, como la descongelación incorrecta o el almacenamiento de latas abiertas en la nevera.
Percepción de seguridad alimentaria en España
El 47% de los encuestados considera que los estándares de seguridad alimentaria en España son similares a los del resto de Europa, mientras que un 26% cree que son superiores. No existen grandes diferencias entre productos industriales y productos artesanales en cuanto a medidas de seguridad, y los sellos y certificados son aspectos que generan confianza entre los consumidores.
El estudio también aborda el impacto de las alertas alimentarias. Aunque el 63% de los consumidores mantiene su confianza en los controles del sector tras recibir noticias de alertas, un 37% desarrolla desconfianza. Además, el 74% de los encuestados deja de confiar en una marca específica tras una alerta, aunque continúan comprando el mismo tipo de producto de otra empresa.
La mayor parte de los consumidores, el 88%, identifica productos en mal estado basándose en el olor, color o textura, aunque un 9% admite consumir productos con señales de deterioro. Esto último puede llegar a derivar en síntomas negativos, ya que causa problemas en el estómago, la comida en mal estado contiene bacterias, virus o parásitos pudiendo generar enfermedades.
