La alimentación se ha convertido en uno de los pilares más importantes del envejecimiento activo. Y es que lo que comemos podría ayudarnos a tener una vida más saludable y duradera.
La revista Cell ha publicado un artículo sobre la conocida dieta de la longevidad y sus características. En él, Valter Longo, reconocido investigador del envejecimiento y Rozalyn Anderson, de la Universidad de Wisconsin, han explicado los resultados de los diferentes estudios que se han llevado a cabo a lo largo de todos estos años, y que han demostrado que la clave de la juventud y la regeneración, se encuentra en las células del cuerpo humano.
Para llegar a esta conclusión, Longo explica que si se siguen las dietas de las poblaciones más longevas del mundo, se puede llegar a vivir hasta los 110 años.
La dieta de la longevidad es una dieta casi vegana, de dos o tres comidas al día repartidas en 12 horas.
En qué consiste la dieta
Los autores han explicado que este tipo de alimentación se caracteriza por una ingesta entre moderada y alta de carbohidratos de fuentes no refinadas, proteínas bajas pero suficientes de fuentes principalmente vegetales y suficientes grasas de origen vegetal para proporcionar alrededor del 30% de las necesidades energéticas.
“Hay que regular la cantidad de proteínas en base a la edad. La Dieta de la Longevidad para los adultos está compuesta de alimentos vegetales, además de pescado un par de veces por semana, mientras en la dieta concebida para los niños y mayores de 65 años, hemos incluido carne y otros productos de origen animal, como huevos, leche de vaca, leche de cabra…”, explica Longo en el artículo.
Por eso recomienda tomar 0,8 gramos por kilo de peso corporal diarios. “El consumo de demasiadas proteínas está asociado a un riesgo elevado de varias enfermedades, pero una dieta con niveles insuficientes de proteínas puede causar problemas de malnutrición” comenta.
Sobre los carbohidratos también se ha pronunciado: "Hay que consumir gran cantidad de aquellos con un índice glucémico bajo (legumbres o verdura), disminuyendo los alimentos con demasiado almidón (pasta, pan, pizza y patatas) y en azúcar (zumos de fruta, bollitos o bebidas azucaradas carbohidratadas".
Los productos de origen vegetal y el aceite de oliva en abundancia son otras de las dos características de esta dieta.
El consumo de azúcar
En cuanto al azúcar, habría que reducir al mínimo los aportes de azúcares simples, aunque no es necesario sustituir ni eliminar el azúcar en el café o el té: "Tenemos que reducir al mínimo las grasas saturadas, hidrogenadas y trans. Limitar la sal y los azúcares, aunque algún dulce de vez en cuando está bien, sobre todo los alimentos que son sanos, a base de fruta o chocolate por encima del 85% de cacao", matiza Longo.
El consumo de pescado debe hacerse dos veces por semana, y para todos aquellos con tendencia a ganar peso, lo que recomiendan los expertos es hacer dos comidas diarias y lo que han denominado 'pica-pica'. En la práctica esto se traduce en un desayuno de 300 calorías, almuerzo o cena y un 'pica-pica' con poco azúcar. La dieta se completa con la ingesta diaria de nueces, almendras o avellanas.
En cuanto al tiempo que tiene que transcurrir entre una comida y comida, Longo aseugra que lo mejor es que pasen entre 11 y 12 horas: "Está ampliamente documentado que, a igualdad de calorías ingeridas, los sujetos que comen en un intervalo de 12 horas presentan menos riesgo de sobrepeso y trastornos metabólicos. Estos efectos obedecen a una optimización del ritmo sueño-vigilia, que a su vez mejora nuestro metabolismo. Si nos despertamos temprano, el desayuno puede aplazarse en lo posible para mantener la alimentación dentro de este intervalo. Por ejemplo, si se termina la cena a las 20:30 horas, el desayuno debe consumirse alrededor de las 8:30 horas”.
En otras palabras, la dieta de la longevidad se caracteriza por el consumo de muchas legumbres, granos integrales y vegetales, algo de pescado, nada de carne roja o procesada, y muy poca carne blanca. El azúcar y los granos refinados deben reducirse al máximo, y por el contrario debe consumirse una buena cantidad de nueves, aceite de oliva y un poco de chocolate amargo.