Rosa Roch
Rosa Roch es redactora especializada en temas de salud, alimentación y gastronomía.
… saber más sobre el autorLos helados tienen un alto contenido en grasas y azúcar por lo que su consumo ha de ser moderado, especialmente en aquellas personas con hiperglucemia, pero tampoco es un alimento que deba excluirse de la dieta, sino tomarlo en su justa medida.
Como afirma la Asociación Española de Fabricantes de Helados, los helados, además de grasa y azúcares, están elaborados con otros ingredientes que aportan nutrientes importantes para nuestro organismo. Podemos englobarlos en dos grandes grupos, los que están elaborados con una base acuosa y los de base láctea. Estos últimos, por ejemplo, los elaborados con crema o leche contienen vitamina B12, minerales como el calcio y el fósforo y proteínas.
Por su parte, los helados elaborados con una base acuosa contienen un ingrediente básico: el agua y en función de la calidad del propio helado y la cantidad de fruta que contenga aportará micronutrientes, vitaminas y minerales.
Si bien no son un alimento básico de la dieta, como puede ser el pescado, la carne, la fruta y las verduras; sí son un complemento que aporta:
El valor nutricional ya lo hemos visto y dependerá de la calidad del helado. Referente a qué puede aportar nivel sensorial y placentero hay que destacar que al comer helado se activan los receptores del gusto, el olfato, la vista e incluso el oído.
El simple hecho de elegir un helado hace que pongamos en marcha una serie de sensaciones físicas y emocionales que se interrelacionan. Además de las sensaciones físicas que podemos sentir al pensar en comer un helado, también se activan otras psicológicas relacionadas con el entorno, las emociones, la vida social…, toda una serie de elementos cognitivos que estimulan la actividad cerebral. Esta combinación de sensaciones físicas y cognitivas hará que, a la hora de elegir un helado, y siempre que todos estén dentro de las mismas condiciones de aporte nutritivo e higiene, uno acabe decantándose por el que mayor placer le produzca su vínculo con un recuerdo.
Por otro lado, no olvidemos que, al ser un alimento con un alto contenido en azúcar, su ingesta produce cierto placer por lo adictivo de este ingrediente, ya que activa la liberación de serotonina, que en una buena cantidad nos produce sensación de bienestar.
Si los preparas en casa su valor nutricional aumentará pues podrás controlar mejor la cantidad de azúcar y la calidad de los ingredientes. Ahora solo queda elegir qué helado va a refrescar tu tarde, algunas propuestas ya te las hemos hecho.
Podemos pensar que el helado no contiene ingredientes de origen animal, pero lo cierto es que la mayoría de ellos sí los tienen.
Ante el aumento de personas que siguen una dieta vegana, las heladerías cada vez más ofertan helados sin ningún ingrediente de origen animal y así llegar a un mayor público.
La mayoría de los helados clásicos han encontrado su versión vegana, aunque hay algunos que, al no tener entre sus ingredientes nata o leche, son difíciles de reproducir en cuanto a sabor.
Lo importante es encontrar un sustituto vegano para el yogur, la leche y la nata. Los más utilizados son la goma de guar, la harina de la semilla de la algarroba (garrofín) y un alimento procedente de las algas rojas, el carragenato, que se usa como gelificante y espesante.
Visto esto, el consumo de helados tiene un efecto beneficiosos desde el punto de vista psiconutricional al producir bienestar en determinadas situaciones, convirtiéndolos en un alimento placentero. No obstante, al igual que con otros alimentos parecidos en su composición, azúcar y grasas, hay que moderar su consumo.
Por último, no hay que olvidar que no existen alimentos buenos o malos, sino dietas desequilibradas y malos hábitos.