Lola Santos
Lola Santos es redactora especializada en temas de alimentación, viajes y ocio.
… saber más sobre el autorLas algas son un alimento básico de la dieta oriental que cada vez está más integrado en nuestra manera de comer. Aportan gran cantidad de nutrientes, tienen muy pocas calorías y dan un sabor y una textura únicos a nuestros platos. ¿Cuántas algas comestibles conoces? Te presentamos algunas de las más comunes y que hemos incorporado a nuestra gastronomía.
Es la más consumida a nivel mundial. Pertenece a las algas pardas, es de gran tamaño, puede vivir hasta 10 años a unos 15 metros de profundidad en zonas rocosas, de oleaje y mar abierto por lo que su recolección no es fácil. De consistencia carnosa, se utiliza en la cocina para dar sabor, reblandecer y que el alimento sea mucho más digestivo debido al ácido glutámico. Muy rica una vez cocida, sobre todo la variedad de la Kombu de azúcar. Empleada para ensaladas y sopas por su textura única y su sabor marino. Aporta magnesio, calcio y yodo, que ayudan a la musculatura y sistema nervioso central. Tiene propiedades antirreumáticas y antinflamatorias.
Esta minúscula alga azulada es la reina de las proteínas, ya que puede superar en cantidad a las que contienen los huevos, la carne o el pescado. Además, es muy rica en vitamina B12, provitamina A y vitamina E y aporta tanto calcio y fósforo como algunos lácteos. Se suele tomar como suplemento vitamínico en comprimidos, en polvo mezclada con agua o zumo, o cocinar un palto de pasta de trigo con espirulina, aunque al cocerla pierde parte de sus nutrientes.
Esta alga parda es originaria del Pacífico pero se cultiva en las costas gallegas. Crece como una gran hoja verde, vive en aguas profundas y puede medir hasta metro y medio. Es la segunda más consumida a nivel mundial y tiene un alto valor nutritivo. Destaca por tener 12 veces más de calcio que cualquier producto lácteo, siendo además un calcio de fácil absorción. Se puede añadir en ensaladas, guisos, sopas, etc.
Es una de las algas más valoradas en la cocina por su sabor y versatilidad. Destaca por la concentración de hierro y vitamina C, que ayuda a que este se fije en el organismo. Su forma de presentación más habitual es deshidratada, pero también se encuentra enlatada o en polvo. Puede tomarse en ensaladas, como parte de guisos, tostada o incluso rebozada. En polvo, es un excelente sazonador que se puede usar en lugar de la sal.
Se trata de un alga roja en forma de una fina lámina alrededor de un disco fijado a la roca. Crecen sobre las rocas batidas y expuestas al oleaje y quedan al descubierto en bajamar. Es una de las más consumida a nivel mundial. Destaca por su alto contenido proteínico y gran aporte de aminoácidos, vitaminas A y B12, ácidos grasos insaturados y omega 3 y 6. Es ideal en ensaladas y tortillas, así como en sopas y arroces.
No es un alga en sí, pero se extrae de las algas rojas con alto contenido en Gelidium, que contiene un poder gelificante superior a las gelatinas animales. No añade color, sabor ni olor a los platos, pero si una textura agradable. Muy buena en gelatinas de sabores y en ensaladas, donde se añade en tiras. Aporta fibra soluble, calcio, magnesio y vitaminas A, B1, B2, C y D.