Carmen Lomana tiene 72 años y conserva una figura espectacular. Por suerte, podemos saber cuál es el secreto de su físico eternamente joven gracias al sexto capítulo de su último libro, Cuestión de actitud, donde revela su dieta y a su cuenta de Instagram, donde suele compartir los alimentos que la acompañan cada día.
"Da igual que tengamos 20, 30 o 70 años. La mejor manera de desafiar al tiempo y ser feliz es vivir la vida con positividad, mimarnos, liberarnos de tabúes, ver el vaso medio lleno y agradecer todo lo bueno que nos rodea", así presenta su libro la socialité. Es cierto: no hay nada mejor que tirar de actitud para sentirse joven. Pero, como sabemos, la magia no existe, y una buena alimentación es primordial para mantener un buen aspecto y eso Carmen Lomana lo sabe, por ello su lema de vida es: "Somos lo que comemos".
Comienza el día con energía
"Para mí el desayuno es una de las comidas que más me gustan del día", comenta en este vídeo a sus 477 mil seguidores de Instagram. A continuación, cuenta qué es lo primero que come nada más levantarse: una ración de fruta –en este caso vemos sandía y uvas–, jamón serrano, tomate, un croissant –que a veces cambia por una tostada de pan integral– y un café con leche o un té.
Después de mostrar los alimentos, saca un pequeño frasco de colágeno: "Ahora en primavera y en otoño siempre hago un tratamiento de un mes porque es fantástico para la piel, para el pelo y para las uñas. No os podéis ni imaginar el cambio que se nota. Para tener una buena piel, aunque influye la genética, llega un momento en el que tenemos que darle un empujoncito y esto tiene unos componentes en su fórmula que son fantásticos", indica.
En su libro también añade un zumo de apio, jengibre, pepino, naranja o piña para empezar el día y huevos revueltos.Las proteínas e hidratos para ella son indispensables por la mañana.
Alimentos prohibidos
Ella misma asegura en las páginas de su libro que tiene terminantemente prohibidas las grasas y los dulces. Además, considera que la disciplina es la base de todo, aunque recuerda que no es ninguna experta y que solo habla desde su experiencia.
La empresaria detalla que odia la fritanga –aunque a unos pescaditos fritos en Málaga no se les puede decir que no, dice en Instagram–y que procura cocinar todo al vapor. Además, desvela un dato que ya comentó durante su paso por MasterChef: es vegetariana de mamíferos.
"No a las calorías vacías, sí a los hidratos de carbono"
"No a las calorías vacías, sí a los hidratos de carbono que se encuentran de forma natural en las legumbres y cereales, son absolutamente necesarios en nuestra dieta", escribió en 2018 en La Razón.
En varios de sus videos de Instagram muestra sus comidas. "Comidas ligeras pero siempre saludables", defiende. Un día optó por comer tomates rellenos con atún, arroz y pimentón y una copa de vino. Otro, escogió de primero una ensalada con aguacate, mozzarela, aceitunas y tomates; y, de segundo, tortilla con gulas.
Otra de sus comidas era unaquiche lorraine con un gazpacho de tomate, sandía, fresas y un trocito de pimiento verde. Lo prefiere así, sin nada de ajo, "porque no repite y es mucho más suave y fresco", opina.
Finalmente, pollo con champiñones y arroz blanco y, de postre, crema catalana también suele comer.
A pesar de que intente rehuir a toda costa de los alimentos anteriormente mecionados, lo cierto es que se da un caprichito después de las comidas con un poco de dulce, suele ser una onza de chocolate y mantiene que un dulce casero es muy bueno para las endorfinas.
Tarde de té
Le encanta el té. A media tarde toma té Earl Grey con unas gotas de leche de arroz, "así no me tengo que echar azúcar", dice en otro de sus vídeos en redes sociales. Lo acompaña con galletas, croissant y un sándwich de jamón y queso.
Cena poco y pronto
Lomana cena como nuestros vecinos europeos: a las 7 u 8 de la tarde. Sostiene que así es como se evita engordar, cenando poco y pronto, además de su regla vital: no saltarse las comidas. Si le ataca el hambre más tarde, se toma un vaso con galletas.
"He mantenido el mismo peso desde los 15 años. El cuerpo, por supuesto, no es igual porque parece que el esqueleto se expande y mi cintura, aunque pequeña, ya no tiene los 60 centímetros de antaño", dijo en La Razón.
Sobre el autor:
Marta Vicente
Marta Vicente Carmona es Graduada en Periodismo por la Universidad Rey Juan Carlos y Máster de Marketing Digital y en Edición y Postproducción Digital. Es redactora especializada en temas de sociedad y salud y tiene experiencia como Community Manager.