Lola Santos
Lola Santos es redactora especializada en temas de alimentación, viajes y ocio.
… saber más sobre el autorEl cuidado de la alimentación de una persona con diabetes debe formar parte de su tratamiento, que incluyen también actividad física y si necesita tomar medicación o no. Por tanto, si necesita llevar una diera específica y única, debe ser su equipo médico quien se encargue de ella.
Sin embargo, si que hay ciertas consideraciones que deben tener en cuenta, aunque no dista mucho de la alimentación saludable que debemos seguir todos: repartir los alimentos a lo largo del día, realizando 5 tomas y evitando comidas con una alta cantidad de hidratos de carbono o bien que sean de absorción rápida, ya que elevan la glucosa de forma considerable. La dieta de las personas con diabetes es una dieta saludable en la que se recomienda evitar ciertos alimentos con elevado contenido de azúcar. Repasamos los distintos grupos alimentarios en la dieta de un diabético.
No hay limitación de este tipo de alimentos y se recomienda consumir legumbres entre dos y tres veces por semana. Además, se pueden combinar con cereales para obtener proteínas de alto valor biológico.
La carne, el pescado y los huevos se deben consumir al menos tres o cuatro veces por semana, en las proporciones de una dieta equilibrada, ya sea una persona con diabetes o sin diabetes. Hay que evitar carnes muy grasas y consumir preferiblemente pollo, pavo o conejo. El pescado blanco contiene menos grasa, pero hay que consumir pescado azul ya que contiene grasas poliinsaturadas muy recomendables para prevenir problemas cardiovasculares. El consumo de embutidos debe ser ocasional por su alto contenido de grasa.
Siempre es preferible consumir los cereales integrales, ya que estos tienen un índice glucémico más bajo debido a su mayor contenido de fibra. De esta forma, se evitan picos pronunciados de glucosa en sangre. Se debe limitar el consumo de bollería y eliminar completamente de la dieta aquella de origen industrial.
Es preferible tomar la leche desnatada o semidesnatada para evitar las grasas saturadas que contiene. Los derivados como el queso y los yogures también se recomiendan bajos en grasa y no azucarados.
Deben formar parte de nuestra alimentación diaria y ser variadas para que nos aporten el mayor número posible de vitaminas y minerales. Son especialmente recomendables las de la familia de las crucíferas, que incluyen la col, la coliflor y el brócoli, por ejemplo.
Hay que consumirlas más bien verdes, ya que las frutas muy maduras contienen más fructosa (azúcar). También es recomendable comerlas con piel para beneficiarnos de toda la fibra que aporta.
Se recomienda el uso de aceite de oliva, tanto para su consumo en crudo como para cocinar, Hay que moderar su consumo ya que tiene un elevado contenido calórico y puede disparar las calorías diarias ingeridas y desequilibrar nuestra dieta. El consumo de mantequillas y margarinas debe ser ocasional.