El término superalimentos se asocia habitualmente a aquellos alimentos ricos en nutrientes que resultan muy beneficiosos para la salud en diferentes aspectos. Por lo general, suelen tener un origen exótico, y actualmente tenemos muchos a nuestro alcance, como el mangostán, una fruta tropical procedente de Indonesia que ayuda a adelgazar y retrasa el envejecimiento.
Esta fruta se caracteriza por tener una corteza de color rojo púrpura oscuro y pulpa blanca, y ser un fuerte antioxidante. Tiene un sabor agridulce y crece principalmente en el sudeste asiático, el suroeste de la India y otras áreas como Honduras, Colombia, Puerto Rico o Ecuador.
Más allá de su aspecto, sus propiedades son las que realmente destacan, y es que uno de los motivos por los que esta fruta es tan beneficiosa para la salud es su reducido aporte calórico (73 kcal por cada 100 gramos) debido a su alto contenido en agua, por lo que resulta ideal para incluir en cualquier dieta para perder peso. Ese alto contenido en agua, en concreto, más del 80% de su composición es agua, resulta igualmente muy beneficiosa para mantenerse hidratado.
También ayuda a retrasar el envejecimiento, al ser un potente antioxidante, logrando así combatir los radicales libres, causantes de los signos del envejecimiento en la piel. Por el mismo motivo, resulta además eficaz para combatir los virus, las bacterias y los hongos en el organismo, previniendo infecciones.
Por último, la presencia de ácido hidroxicitrico (HCA) en la corteza y la pulpa, provoca que esta fruta sea saciante, contribuya a prevenir el colesterol en sangre y evite la creación de grasa.
Sobre el autor:
María Bonillo
María Bonillo es licenciada en Comunicación Audiovisual y Periodismo por la Universidad Carlos III de Madrid. Escribe principalmente sobre temas de sociedad. También tiene experiencia en comunicación corporativa de empresas como OmnicomPRGroup y Pentación Espectáculos.