La vitamina D es indispensable para el correcto funcionamiento de nuestro organismo por lo que, además de tomar el sol para sintetizar esta vitamina, también es muy importante incluir en nuestra dieta aquéllos nutrientes en los que esté presente, e incluso, si es necesario, tomar algunos suplementos, siempre bajo supervisión mésdica.
Es una de las vitaminas imprescindibles en nuestro organismo, ya que contribuye en la formación de los huesosy de los dientesy ayuda a absorber mejor el calcio. Además, regula el nivel de fósforo en la sangre, promueve el antienvejecimiento celular y refuerza el sistema inmunitario, que la emplea para combatir los virus y bacterias.
El déficit de vitamina D es muy común, sobre todo en invierno, debido a la falta de horas solares. Esta vitamina se consigue principalmente gracias a la exposición solar y en una proporción más baja, a través de una alimentación variada y equilibrada.
Alimentos ricos en vitamina D
Algunos alimentos que pueden ayudarnos a regular esta vitamina son el germen de trigo, el marisco y las bebidas vegetales de avena y soja.
Además de los mencionados, existen otros productos que podemos consumir prácticamente a diario, y que nos ayudarán a subir nuestros niveles de vitamina D.
Pescado: Algunos pescados grasos, como el salmón, y azules, como el atún, las sardinas o la caballa, son los alimentos que contienen más vitamina D. Además, también son una fuente de proteínas y ácidos grasos Omega 3.
Huevos: Los huevos destacan por su elevado contenido en proteínas de alto valor y por muchas más propiedades. También son ricos en vitamina D. En su caso, está concentrada en la yema.
Lácteos: La leche entera, los yogures enteros, la mantequilla y el queso, también aportan vitamina D a nuestro organismo. Los que contienen más vitamina son la mantequilla y los quesos grasos (gouda, emmental o parmesano). La leche es una de las formas más fáciles de obtener vitamina D varias veces al día, ya que es probable que otros alimentos, como el salmón, no los consumas tres veces al día. Además, proporcionará una buena dosis de calcio.
Zumo de naranja: El zumo de naranja está enriquecido con vitamina D. Una única taza contiene alrededor de 137UI, que además aporta a nuestro organismo, la cantidad diaria recomendada de vitamina C.
Setas y hongos. Puede parecer increíble, pero estos alimentos son una gran fuente de esta vitamina, especialmente las variedades japonesas, shitake y maitake.
Aguacate. Rico en ácidos grasos cardiovasculares, potasio, calcio y magnesio, también contiene esta vitamina.
Hígado de ternera y pollo. De todos los mencionados es el que menos cantidad de vitamina contiene, pero es muy beneficioso para las personas que necesiten hierro, y además, ayuda a reforzar nuestro sistema inmunológico.
Sobre el autor:
Laura Moro
Laura Moro es graduada en Periodismo y Comunicación Audiovisual por la Universidad Carlos III de Madrid, y está especializada en temas de salud y género. Su trayectoria profesional comenzó en Onda Cero Talavera.