Lola Santos
Lola Santos es redactora especializada en temas de alimentación, viajes y ocio.
… saber más sobre el autorHay muchas creencias alrededor de la alimentación que tenemos muy interiorizadas y, por tanto, las damos como verdaderas. Sin embargo, no lo son. Repasamos algunos de estos mitos que no son ciertos a pesar de haberlos oído infinidad de veces.
Una creencia muy extendida es que podemos tomar productos light sin preocupación porque no engordan. Es cierto que los productos light tienen menos calorías, pero eso no quieren decir que adelgacen. En ocasiones, son alimentos con menos materia grasa, pero, para hacerlos más agradables al paladar, les añaden azúcares.
Lo cierto es que los carbohidratos son necesarios para nuestro organismo puesto que dan energía para el buen funcionamiento de músculos y cerebro. La clave está en la cantidad de carbohidratos que ingerimos, porque si no consumimos esa energía, se acumula en forma de grasa.
Los nutrientes que aportan la fruta siempre son los mismos, independientemente de si se toman solas o acompañadas. Y lo bueno de tomarlas entre las comidas es que evitamos tomar otro tipo de snacks más calóricos.
Un dicho que hemos oído a nuestros padres en casa y no es cierto. Varios estudios han demostrado que sería necesario exponer un zumo de naranja a más de 120ºC para que perdiera la vitamina C.
Otra frase muy típica de los veranos cuando éramos pequeños: la espera para poder bañarnos después de comer. Realmente, lo que produce el corte de digestión es la diferencia de temperatura entre nuestro cuerpo y el agua. La temperatura alta de nuestro cuerpo, el agua muy fría y una entrada rápida en ella es la combinación que provoca malestar general, mareos y hasta la pérdida de conocimiento.
No es cierto. Solo que si ese vaso de agua con limón (o zumo de pomelo) sustituye a otras bebidas, como un vaso de leche, un batido o zumo de naranja, sí que estamos ingiriendo menos calorías, puesto que un vaso de agua a penas nos aporta calorías.
Es una calificación injusta la que recibe este alimento. Es cierto que la yema es rica en colesterol, pero el huevo también posee otros nutrientes esenciales muy beneficiosos, como proteínas, vitaminas y minerales. La clave está en conocer todos los alimentos y sus características, además de adaptarlos a las necesidades de nuestro organismo. El huevo es un alimento recomendado para todas las edades.