La alimentación es uno de los factores que más influyen en nuestra salud, y sobre los que más se ha escrito e investigado. El último estudio relacionado con este tema se ha publicado en la revista Plos Medicine. La investigación ha tratado de cuantificar el impacto que puede tener lo que comemos en la esperanza de vida.
De esta forma, y utilizando el modelo de simulación Food4HealthyLife calculator, estimaron cómo cambiaría nuestra esperanza de vida si realizamos unos pequeños cambios en nuestra dieta.
Los resultados aseguran que a partir de los 20 años se puede ganar más de diez años de vida si se pasa de una dieta occidental a una más optimizada.
Un cambio en la dieta que cuanto antes se produzca, más aumentará la esperanza de vida, y que en los mayores de 60, este cambio puede sumar ocho años a la esperanza de vida de cada individuo.
Pequeños cambios que pueden incluirse en la alimentación
Entre los cambios que se pueden realizar en nuestras comidas habitual, y que ayudan a sumar años de vida son:
Consumir más legumbres.
Incluir frutas y verduras en cada comida.
Incorporar cereales y frutos secos en nuestra dieta.
Disminuir el consumo de carnes rojas y procesadas.
Evitar las bebidas azucaradas.
Reducir la presencia de harinas refinas.
Los investigadores del estudio han aclarado que estas estimaciones no tienen en cuenta las características personales de cada persona y sus hábitos de vida. Aún así, incorporar estos alimentos a nuestra dieta es siempre algo beneficioso para nuestra salud y nos ayudan a mejorar nuestra calidad de vida.
Sobre el autor:
Laura Moro
Laura Moro es graduada en Periodismo y Comunicación Audiovisual por la Universidad Carlos III de Madrid, y está especializada en temas de salud y género. Su trayectoria profesional comenzó en Onda Cero Talavera.