Horchata de chufa: gran sabor y sanas propiedades

El calor aprieta y no parece aflojar demasiado con lo que la necesidad de ingerir líquidos para hidratarnos es constante. Agua, refrescos, zumos y, cómo no, una horchata de chufa bien fresca.

La chufa es un tubérculo originario del antigua Egipto que llegó a la península hace más de 3.000 años. Es de forma parecida a una alubia, de piel arrugada y de tamaño pequeño, no más de 2 centímetros de largo. Por fuera su piel es de color marrón, pero en su interior, la pulpa es blanquecina, el color que adquiere la horchata.

Su cultivo es minoritario en casi todo el mundo y en España se centra prácticamente su totalidad en la Comunidad Valenciana, donde es típico tomar la horchata acompañada de un dulce llamado fartó.

Pero además de ser una bebida rica y refrescante, la horchata también es saludable si se toma con moderación y siempre que no haya ninguna contraindicación.

Sanas propiedades

Como decía, la horchata de chufa, además de refrescarnos es una bebida saludable ya que contiene unas enzimas que favorecen la digestión y evitan la formación de gases intestinales. Además, por su alto contenido en almidón se le atribuye propiedades antidiarreicas, ya que espesan las heces, y favorece el crecimiento de la flora intestinal. Hay que destacar que al ser una bebida con un alto contenido en agua y poco sodio, tiene un efecto diurético.

En cuanto a sus propiedades minerales, la horchata es rica en fósforo, zinc, hierro y magnesio. Y, por lo que respecta a su contenido en vitaminas tiene una buena cantidad de ellas: la tiamina (B1), la niacina (B3) y el ácido fólico (B9) -tan necesario de controlar en las mujeres embarazadas- y arginina, un aminoácido esencial para la salud del feto. Por otra parte, su contenido nada despreciable de vitaminas C y E y las grasas monoinsaturadas, hace de la horchata una bebida antioxidante que ayuda a reducir el riesgo de enfermedad cardiovascular.

Finalmente, cabe mencionar su aporte en ácido oleico que ayuda a reducir los niveles de colesterol LDL, es decir, el conocido como colesterol “malo”, y a aumentar el colesterol HDL, “el bueno”.

Si hablamos de las calorías, la horchata de chufa tiene una cantidad importante de ellas y si bien puede formar parte de una dieta equilibrada hay que tener en cuenta este detalle. Un vaso de 250 ml contiene unas 175 calorías, es decir unas 70 calorías por cada 100 ml. Hay que tener en cuenta que en función de la marca estos valores pueden variar por la cantidad de azúcar que contiene, por lo que es importante revisar la etiqueta para ver la composición nutricional y elegir según nos convenga una horchata normal, con todas sus calorías, o decantarnos por una “light” o “sin azúcares añadidos”, cuyo contenido calórico estaría en torno a las 40 calorías, lo que vendría a ser una ración de hidratos de carbono, un dato muy interesante si se tiene diabetes.

Visto todo ello, solo nos queda decidir cual tomar y disfrutar de todo su sabor y su propiedades.