Rosa Roch
Rosa Roch es redactora especializada en temas de salud, alimentación y gastronomía.
… saber más sobre el autorEn varias ocasiones hemos hecho alusión a las propiedades de determinadas verduras de hoja verde y es que son una opción ideal, amplia y variada para formar parte de nuestra dieta. Es uno de los alimentos más completos que podemos consumir, ricas en nutrientes necesarios para el buen funcionamiento de nuestro organismo.
No obstante, a pesar de valor nutricional, las verduras de hoja verde, por su poco atractivo en comparación con otros alimentos, suelen ser descartadas la mayoría de las veces y cuesta incorporarlas de manera habitual en nuestras dietas. De hecho, la Organización Mundial de la Salud (OMS) (@WHO), asegura que, en el año 2017, 3,9 millones de persona en el mundo fallecieron a causa de un consumo inadecuado de frutas y verduras, si bien en esta cifra también se ha de tener en cuenta otros factores como la pobreza y la falta de recursos.
La mejor manera de tomar verduras de hoja verde es en crudo pues al cocinarlas algunos de sus nutrientes quedan en el agua de la cocción. Otra opción es cocerlas al vapor. Los expertos en alimentación y nutrición aconsejan tomar diariamente entre 10 y 13 raciones de verduras de hoja verde.
Algunas de las verduras de hoja verde más conocidas son las espinacas, ricas en vitaminas A, E, C y K; el brócoli; la lechuga, los canónigos y la rúcula, ideales para hacer en ensaladas o como guarnición de diferentes platos; las acelgas; el cardo, una de las verduras más rica en fibra; el repollo y el kale o col rizada, muy de moda entre los que siguen dietas veganas. Cada una de ellas tiene sus propias peculiaridades nutricionales, aunque todas se caracterizan por su alto contenido en vitaminas y minerales, lo que hace que, combinadas entre sí, sean una gran fuente de micronutrientes que ayudan a mantener nuestra salud.
Encontrar la manera más atractiva de presentarlas en el plato las hará más apetecibles. Así, puedes combinar algunas de ellas para hacer una ensalada y añadirles, una vinagreta de mostaza, unos frutos secos, salmón ahumado o marinado, rico en ácidos grasos omega 3, atún o unos filetes de caballa, frutas como los higos y el mango, o queso fresco y yogur. Otras las puedes hacer al vapor y arreglarlas con un aceite virgen extra aromatizado con romero, albahaca, pimienta o trufa, una crema de queso ligera, una bechamel, unos piñones y unas uvas pasas, por ejemplo, en las espinacas, que les darán un toque dulzón. También las puedes incorporar a platos algo más calóricos como un quiche y mezclarlas con hortalizas como la berenjena, que dará consistencia, o preparar unas hamburguesas cambiando la carne por unas espinacas.
Te contamos cómo pueden ayudarte las verduras de hoja verde a mejorar tu salud.
A la hora de cocinar hay que dejar volar la imaginación, atreverse a probar cosas nuevas, arriesgarse, crear y practicar. ¡Las posibilidades son infinitas!