¿La mejor leche es la entera?

La leche se ha convertido en el alimento con más presencia en nuestro desayuno por muchas razones. La razón principal es el aporte nutricional equilibrado que proporciona, igual que otros productos lácteos (queso, yogur, requesón, mantequilla, etc.), siendo una fuente de nutrientes muy interesante.

La leche lleva formando parte de nuestra alimentación desde el período neolítico (c. 8000 aC) cuando pudimos controlar el ganado. A la hora de decidir cuál es la mejor, entran en escena diferentes factores como su valor nutricional, su producción y, como no, su sabor. A continuación, repasaremos los tres tipos de leche de vaca: entera, semidesnatada y desnatada, para descubrir cuál es la más saludable:

La leche semi y desnatada para mantener el peso a raya

El consumo de leche de vaca en España lleva decreciendo durante los últimos años. Según datos del Ministerio de Agricultura, en 2010 se consumieron 3.500 toneladas de leche de vaca, mientras que, en 2017, la cifra bajó hasta las 3.188. Esta disminución del consumo se debe en parte a la popularidad de las bebidas vegetales, que no se pueden considerar “leche”.

Otro de los motivos del bajo consumo de leche de vaca es la preocupación de los consumidores por mantener el peso a raya. Un vaso (250 ml) de leche entera aporta 100 calorías y 5 gramos de grasas, de los cuales 2,3 gramos son grasas saturadas.

A raíz de todo esto, la industria lanzó al mercado variedades de leche de vaca con menos grasa como son la leche desnatada y la semidesnatada. De esta manera, los consumidores podían seguir disfrutando de los beneficios de este alimento básico sin preocuparse por los efectos negativos en su peso.

Estas leches con menos grasa, la semi y la desnatada, aportan una media de 80 calorías por cada 250 ml, sin embargo, proporcionan la misma cantidad de nutrientes que la leche entera: proteína, caseína, vitaminas (A, D, B y E), minerales (calcio, fósforo, yodo, potasio), magnesio y zinc.

Las ventajas de la leche entera

Hay que tener en cuenta, no obstante, que a la leche entera se le atribuyen otras propiedades que no poseen otros tipos de leche. Por ejemplo, posee un mayor efecto saciante que el resto, por lo que nos deja satisfechos por más tiempo y no necesitamos comer de más.

Contrariamente a lo que se creía, en los últimos años, se ha recomendado la leche entera para las dietas de adelgazamiento porque su tipo de grasa proporciona un equilibrio saludable. Además, se ha demostrado que el consumo de leche no está relacionado con un aumento de la obesidad o enfermedades cardíacas.

La leche entera es un producto esencial no solo durante la infancia sino también durante otras etapas de la vida como la vejez, ya que ayuda a combatir enfermedades como la osteoporosis.