Llevar una dieta variada y equilibrada es una de las recomendaciones más extendidas para tener una vida más longeva y saludable. Y ahora, un nuevo estudio publicado en Annals of Neurology, asegura que también reduce el riesgo de desarrollar demencia y ralentiza el proceso de envejecimiento.
La investigación en cuestión ha sido llevada a cabo por la Escuela de Salud Pública Mailman de la Universidad de Columbia y el Centro de Envejecimiento Robert Butler de Columbia, y para llegar a sus conclusiones el equipo, liderado por el profesor asociado de Epidemiología en ambos centros, Daniel Belsky, utilizaron la base de datos de la segunda generación del Framingham Heart Study, concretamente la Offspring Cohort, que comenzó en 1971.
Todos los datos que se tuvieron en cuenta fueron de 1.644 participantes mayores de 60 años y sin un diagnóstico de demencia. Además de someterse a un seguimiento regular y de tener en cuenta sus datos epigenéticos, los participantes indicaron qué tipo de dieta seguían, y se sometieron a pruebas físicas, cuestionarios sobre su estilo de vida, muestras de sangre, y pruebas neurocognitivas. Esto último empezaron a hacerlo a partir de 1991.
Además, para medir el ritmo de envejecimiento utilizaron un reloj epigenético, DunedinPACE, que puede medir la velocidad a la que el cuerpo se va deteriorando a medida que envejece. El estudio demostró que aquellas personas que llevaban una dieta mediterránea tenían un envejecimiento más lento, y su riesgo de demencia y mortalidad también se reducía: "Medimos el ritmo de envejecimiento a partir de datos de metilación del ADN en sangre recopilados entre 2005 y 2008 utilizando el reloj epigenético DunedinPACE. La incidencia de demencia y mortalidad se definieron utilizando registros de estudio compilados desde las visitas de 2005 a 2008 hasta 2018", explican los autores.
Por otro lado, de entre todos los participantes iniciales, 140 terminaron desarrollando demencia, lo que sugiere que aunque la dieta sana sí que ayuda a proteger de la demencia, aún no se sabe cómo funciona el mecanismo en cuestión.
Lo que sí sugiere el estudio es que el envejecimiento biológico multisistémico es un mecanismo subyacente en la relación entre la dieta y la demencia. Teniendo en cuenta estos resultados, el equipo considera importante seguir investigando para encontrar cómo afectan los nutrientes al envejecimiento del cerebro, y poder así desarrollar herramientas útiles para prevenir el riesgo de demencia y ralentizar el envejecimiento: "Los hallazgos sugieren que un ritmo más lento de envejecimiento media parte de la relación entre una dieta saludable y un riesgo reducido de demencia. Monitorear el ritmo del envejecimiento puede ayudar a prevenir la demencia", concluyen.
Sobre el autor:
Laura Moro
Laura Moro es graduada en Periodismo y Comunicación Audiovisual por la Universidad Carlos III de Madrid, y está especializada en temas de salud y género. Su trayectoria profesional comenzó en Onda Cero Talavera.