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Alimentación
Los 9 errores que cometemos al preparar café
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Viernes 14 de agosto de 2020
ACTUALIZADO : Viernes 14 de agosto de 2020 a las 16:25 H
5 minutos
Según varios estudios, los españoles no sabemos hacer bien el café
El café es la bebida más consumida del mundo, después del agua y el 80% de los españoles mayores de edad toma café a diario, según un estudio del Centro de Información Café y Salud (@esCafeSalud). Sin embargo, ¿sabemos cómo preparar un buen café? "En España, al contrario de lo que pensamos, existe una flagrante falta de cultura y conocimiento sobre el café. Por eso se consume tanto de mala calidad", tal como señala ICON en un irónico artículo que engloba todas las "meteduras de pata" de los españoles en cuanto a la elaboración premium de esta bebida reconstituyente.
No molerlo en casa
Igual de importante que comprar un buen café es molerlo al momento. Sí, el café hay que comprarlo en grano, porque conserva mucho mejor el sabor y el aroma. Y sí, debes comprarte un molinillo manual o eléctrico. Olvídate de moler todo el paquete de café de una vez para guardarlo en el armario hasta la próxima ocasión. O todavía peor: ni se te ocurra barajar la idea de comprar café ya molido.
Guardarlo en el armario
Si eres de los que prefiere comprar el café molido o moler de más y guardarlo para no tener que hacerlo todos los días, es muy importante conservar el café restante en la nevera en un envase hermético, según señalan los baristas consultados. El motivo es que a temperaturas altas la oxidación es mayor, y en la cocina suele haber muchas fuentes de calor.
Hervir el agua con el filtro
El error más común al preparar café es querer hacerlo todo de una vez. Los expertos recomiendan cumplir varios pasos: primero llenar el depósito de agua hasta la válvula, ponerlo al fuego sin el filtro y sin la mitad de arriba de la cafetera. Cuando el agua empiece a burbujea, debemos apartarla del fuego. Solo en ese momento pondremos el filtro y lo llenamos de café hasta el borde. Después tenemos que dejar la parte de arriba de la cafetera y dejar la tapa abierta hasta que empiece a salir café, según recomiendan los baristas.
No dejar la tapa abierta
Para tener una mayor experiencia y aroma de café, los expertos insisten en dejar la tapa abierta, muy pendientes de que no se desborde. Si lo haces con fuego alto y la tapa cerrada, el agua sube con más rapidez y está menos tiempo en contacto con el café disminuyendo el sabor.
No apreciar el 'aguachirri'
En España o en Italia estamos convencidos de que somos mejores cafeteros por tomarlo y servirlo más fuerte, pero es un error. Su argumento tiene una explicación: en los países nórdicos, el 90 % de los cafés que se consumen son los denominados "especiales"; es decir: los que han obtenido por asociaciones internacionales (como por ejemplo la Asociación de Cafés Especiales de América) las mayores puntuaciones en sabor y aroma, y que acreditan que parten de granos físicamente limpios, sin insectos ni hongos u otros defectos. En España estamos muy lejos de ese porcentaje. Los cafés a los que están acostumbrados los escandinavos tienen sabores y aromas tan intensos que conviene tomarlos filtrados para disfrutar plenamente de ellos.
Creer que las cápsulas de café son el 'sumum'
La cápsula de café no es una mala opción en cuanto a a sabor y practicidad, pero tiene un gran 'pero' y es que la taza sale más cara comparativamente. Lo importante es informarse, sea de la marca que sea la cápsula, comprobar el porcentaje de arábica, el origen, así como que haya sido sometido a procesos naturales.
Tomarlo demasiado caliente o con hielo
Un café con hielos es la opción habitual, sobre todo después de comer y cuando hace un día caluroso. Pero no es el mejor modo de disfrutar plenamente del aroma y el sabor, que los pierde, y mucho, a bajas temperaturas, según los expertos. Tampoco es recomendable pedirlo "caliente" en una cafetería, y que lo pongan de manera que no puedes coger la taza o el vaso sin que te salgan ampollas. De la cafetera exprés sale a unos 65, y en la taza se queda a 55. Si lo tomas frío pierde los aromas que salen entre 40 y 60 grados.
¿Azúcar o leche?
En España está muy extendido el café torrefacto. Es un proceso de tueste en el que en la parte final incluyen azúcar a 180 grados, se carameliza y se quema. No es un producto saludable y se oxida rápido. El resultado: por usar materia prima más barata, se genera un peor sabor y cuerpo, y por eso en España estamos malacostumbrados a que el café sea denso y amargo. Puede sonar contradictorio que, usando azúcar, el sabor sea más amargo. ¿Y el café con leche? Es una forma de prepararlo, tan respetable como cualquier otra, y además es muy agradable tomarlo así por las mañanas, pero los expertos aseguran que también mitiga las propiedades del café. Como mejor lo disfruta el buen cafetero es solo.
Creer que sabemos de café
Según el estudio de CICAS, nueve de cada 10 consumidores de café relacionan su ingesta con la sociabilidad, sin importarnos su calidad. Para ello es fundamental que en el paquete del café esté toda la información. Pero cuanto más barato, menos información. Y hay un dato alarmante, 100% arábica, no siempre significa que lo sea.