Melón y sandía, mucho más que un postre

El melón y la sandía son las frutas de verano por excelencia. Nos ayudan a hidratarnos gracias a su gran contenido de agua y nos refrescan. Sin embargo, son mucho más que una fruta para tomar de postre o a media tarde. Puedes preparar todo tipo de platos con ellas y sacar el máximo partido a estas frutas de verano.

La sandía y el melón son de las frutas de mayor tamaño y también de las más saludables. Al tener un elevado contenido en agua, son muy refrescante y nos ayuda a mantenernos hidratados en verano. Son ligeras, con muy pocas calorías, un alto poder diurético y muchas vitaminas y minerales esenciales para el organismo. La sandía destaca además por su contenido en licopeno, un potente antioxidante que contribuye a prevenir muchas enfermedades.

Un mundo de posibilidades

Tanto de melón como de sandía, en la frutería podemos encontrar distintas variedades. El melón tiene una mayor variedad con diferentes sabores y aromas. Las variedades más comunes de melón son el de piel de sapo, el cantalupo y el galia. El primero es uno de los más versátiles, ya que es ideal para preparar recetas saladas, mientras que los otros dos resultan más dulzones y aromáticos. La carne del melón cantalupo es de un característico tono naranja y tiene un sabor muy peculiar.

También hay distintas variedades de sandía, que se diferencian esencialmente en su aspecto exterior. En general, su sabor es muy parecido, por lo que podemos elegirlas según el tamaño.

Mucho más que un postre

Tomar estas frutas como postre tras una comida o la fruta que acompaña un buen desayuno o un tentempié en la playa o la piscina suelen ser las formas más habituales de comer melón y sandía. Pero nos ofrecen muchas más posibilidades.

Por ejemplo, su contenido en agua y sales minerales los convierte en un alimento idóneo para después de practicar deporte y con ellos podemos preparar zumos y granizados. También podemos elaborar helados y sorbetes, acompañados de otras frutas como los frutos rojos.

Otra forma de incorporarlas a nuestra dieta es con la elaboración de cremas y sopas frías. Podemos preparar un gazpacho de sandía, una sopa de sandía y tomate, una crema de melón y almendras.

Aunque, si de verano se trata, las ensaladas son las protagonistas de nuestra mesa. Y el melón y la sandía pueden constituir un ingredientes sabroso y refrescante. Ambos combinan muy bien con el queso, por ejemplo, podemos prepara una ensalada a base de sandía y queso feta, o de melón con queso de cabra. El tomate, el jamón o los frutos secos son otros ingredientes con los que combinan muy bien.

Y uno de los clásicos de verano, el melón con jamón, un entrante fresco que ofrece una mezcla de sabores única, que también podemos degustar en crema fría, por ejemplo.