Victoria Herrero
Alimentación
Son los mismos alimentos pero los llamamos de forma diferente según la zona de España
Una anchoa recibe hasta 3 nombres distintos
Si tu pides en una cafetería de Barcelona el socorrido sándwich de jamón y queso de toda la vida, quizá no te entiendan. Pero si pides un bikini, y no nos referimos a la prenda de baño, no habrá problema alguno. Lo mismo pasa con la anchoa, que en zonas del País Vasco se llama tal cual, pero la cosa cambia si nos vamos a Cantabria donde tendríamos que referirnos a él como bocarte o boquerón si recorremos muchos más kilómetros y nos plantamos en el sur de España.
¿Qué pedimos entonces?
Estos son solo unos ejemplos de lo rico de nuestro vocabulario para referirnos a un mismo producto o alimento. Y es que según en la zona de España en la que te encuentres, un mismo pescado, por ejemplo, puede tener muchos nombres.
Si estamos unos días en Málaga no querremos perdernos una rica tapa de chopito malagueño. Pero no lo pidas así si luego vas a Cádiz, ya que allí lo llaman puntillitas. A simple vista, y para el común de los mortales, es la misma variedad de sepia, pero para los estudiosos de la materia se trata de dos tipos de diferentes de ese mismo molusco, diferenciados por el tamaño.
Pero las diferencias no solo atañan al mundo del mar, sino que en con la carne también encontramos variedades de vocablo. Así, seguimos con Málaga, allí los oriundos usan la palabra choto para referirse a un chivo o cabrito; algo impensable para los vallisoletanos de pura cepa que aluden con esa misma denominación a una res vacuna que ha cumplido los dos años. Lo dicho, un lío.
Y si necesitas un poco de albahaca para dar un toque perfecto a tu plato de pasta, no lo pidas tal cual en Murcia, ya que allí se la conoce como alábega.
Riqueza léxica a la hora de pedir un sencillo café
Solventados los problemas para pedir en la carta de un restaurante con su acertado nombre, es hora de pedirse un café. ¿Habrá problemas? Pues nos tememos que sí. Los malagueños, que tienen palabras para todo, no pedirán nunca un café solo, cortado o con leche como hacemos muchas personas en un bar, sino que ellos son algo más ricos en vocabulario. Igual te dan ganas de pedir una manzanilla si viene el camarero y te pregunta si quieres una nube, una sombra, un corto o un semilargo. ¡Como para no volverse loco!
Nomenclatura por países
Pero esto no solo ocurre en España, ya que alimentos que comemos en nuestro día a día se llaman de diferente forma en países que comparten el español como idioma principal. Así, mientras en restaurantes y casas vascas se oye la palabra vainas, en el resto de España se conocen como judías verdes, en Venezuela habichuelas y chauchas en Argentina.