Ni agua ni cerveza: esta es la mejor bebida para contrarrestar la comida picante

Hay muchas personas que disfrutan de esa sensación de ardor o quemazón que invade las papilas gustativas cuando se come un plato picante. Otros, simplemente, detestan esa sensación. En cualquiera de los dos casos, cuando se te ha ido la mano comiendo picante y quieres quitarte rápidamente esa sensación, lo habitual es beber agua. Sin embargo, lo que muchos desconocen es que hay una bebida mucho mejor: la leche.

Al tener un alimento picante en la boca, inmediatamente se siente quemazón, pese a no estar caliente en absoluto. Este efecto se produce por un componente químico llamado capsaicina. Esta sustancia es inodora e incolora, y está concentrada en el tejido de, por ejemplo, los chiles o los jalapeños.

Al ingerirla, se activa el receptor de potencial transitorio V1 (TRPV1 por sus siglas en inglés), es decir, los receptores de dolor de la boca. Estos se encargan de detectar alimentos calientes, como agua hirviendo, ácidos o comidas que amenacen con dañar los tejidos. Cuando la capsaicina y el TRPV1 se unen, envían una señal al cerebro indicando que hay peligro.

Lágrimas, moqueo, sudor y sed son las maneras que tiene nuestro cuerpo para expulsar la sustancia. A mayor capsaicina, más TRPV1 se unirá y las reacciones serán más intensas. 

Para apagar el fuego, leche

La leche ayuda contra el picante porque las moléculas que tiene esta bebida 'apagan' el 'fuego'. La capsaicina tiene hidrocarburo, una molécula no polar y se necesita una sustancia no polar para detener la reacción. El agua es una sustancia polar. Si la consumes, será como tratar de mezclar aceite y agua, solo se empeorará el efecto y se va a expandir el fuego. 

Por su parte, la cerveza, refrescos y el agua con gas también son malas bebidas si el objetivo es paliar la sensación de quemazón asociada a la comida picante. De hecho, la cerveza con alcohol sería peor si cabe, dado que el etanol amplifica la reacción picante.

Al ser la leche una sustancia no polar, lo que hace es lavar la capsaicina que está en la boca y aliviar el ardor. Y es que la leche tiene entre sus proteínas la caseína, que actúa como un imán y atrae toda la capsaicina, 'apagando' así el 'fuego' de la boca. Así que, ya lo sabes: si comes algo picante, recuerda tener a mano un vaso de leche.