No es suficiente con fruta o yogur: la cena que recomienda Harvard

Septiembre es sinónimo de nuevos comienzos y propósitos para muchas personas, y seguro que en la lista de retos se incluye comer más saludable y hacer ejercicio. 

Para poder cumplir con este propósito, la Universidad de Harvard ha compartido con todos los interesados una serie de recomendaciones para hacer nuestros platos más saludables, haciendo especial hincapié en la última comida del día. Sobre la cena, los expertos aseguran que no vale con comer una pieza de fruta o de yogur, ya que no estamos consumiendo la cantidad de nutrientes diarios generales. 

Pero, ¿cómo es la cena ideal según Harvard? En líneas generales, los expertos recomiendan que la mitad del plato sean verduras y frutas. Eso sí, excluyen a las patatas por su efecto negativo en sangre.

Otro de los alimentos que no deben faltar en nuestro plato son los granos integrales como trigo integral, cebada, granos de trigo, quínoa, avena, arroz integral. Este tipo de alimentos tienen un efecto más moderado en la sangre y la insulina.

La proteína tampoco debe faltar en el plato, y puede consumirse en forma de pescado, pollo, legumbres y nueces, que puedes consumirse con ensaladas o con vegetales. Y un consejo: evitar carnes procesadas y embutidos, y limita el consumo de carnes rojas.

Los alimentos no son lo único que importa para llevar una alimentación saludable, y el aliño que utilicemos también influye en nuestra salud. Desde Harvard recomiendan ceites vegetales saludables como oliva, canola, soja, maíz, girasol, maní (cacahuate), y piden evitar los parcialmente hidrogenados.

Por último, la bebida. No que decir tiene que hay que evitar las bebidas azucaradas y limitar la ingesta de productos lácteos.

El mejor horario para cenar

La prestigiosa universidad realizó también un estudio para determinar cuál es la mejor hora para cenar. Los expertos determinaron que las personas que realizaban la última comida del día en un horario temprano, tenían mejor rendimiento metabólico porque el cuerpo tenía más tiempo para digerir y metabolizar los alimentos antes de la hora de dormir.