El café es una de las bebidas más consumidas en el mundo, y no son pocos los que se autodenominan adictos a la cafeína. Según la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA), un adulto sano puede consumir hasta 400 miligramos al día de cafeína, que serían entre cuatro y cinco tazas de café, sin que esto tenga efectos negativos en su salud.
Entre estos efectos negativos se encuentra el insomnio, nerviosismo, ansiedad, frecuencia cardiaca acelerada, malestar estomacal, náuseas, dolor de cabeza y sensación de tristeza.
Las personas que experimentan las consecuencias del exceso de cafeína se replantean disminuir el consumo de café, y para ayudar a conseguir este objetivo, el nutricionista Pablo Ojeda dio las claves en Más vale tarde.
Lo primero que hizo Ojeda fue dejar muy claro que el café puede generar el síndrome de abstinencia, conocido popularmente como 'mono': "Absolutamente, por eso notamos que nos falta algo. Los niveles de dopamina están muy unidos a esa sensación. Por eso es clave no eliminar nunca directamente el consumo de café. Eso es clave a la hora de desengancharse de cualquier cosa".
Por eso, lo más importante para desengancharse del café es ir haciéndolo de manera gradual, no de golpe: "Lo que hay que ir haciendo es comenzar por quitar un tercio del café que te echas en cada taza. Así, durante un par de semanas, con lo que iremos reduciendo significativamente su consumo", recomienda el nutricionista.
"Esto estaría bien acompañarlo con la reintroducción de otro tipo de comidas o bebidas. A medida que vas quitando café de tu dieta, meter otras cosas. Como por ejemplo, hidratos de carbono complejos, que van muy bien cuando queremos desengancharnos del café".
Ir reduciendo el consumo de café de manera paulatina no es el único consejo, y Ojeda da tres claves más: dormir bien, hacer ejercicio y reintroducir carbohidratos completos como la pasta integral, la avena o el arroz integral: "Estos alimentos en pequeñas cantidades, unas cuatro veces al día, nos van a ayudar mucho. Es muy fácil, además, hacer una gran receta con este tipo de alimentos, como el arroz integral. Por otro lado, quedar para tomar café es un acto muy social, pero hay bebidas como tés sin teína con los que podemos ir sustituyéndolo poco a poco".
Las personas que no deberían tomar café
Aunque casi todo el mundo toma café, hay algunos casos en los que mantenerse lejos de esta bebida es necesario. Los beneficios pueden tornarse riesgos si se padecen ciertas enfermedades o se están consumiendo determinados medicamentos.
Entre las personas que los expertos señalan que deben cuidar especialmente la cantidad de café que toman están las embarazadas. Se aconseja que su consumo sea muy inferior al habitual recomendado: 200 miligramos diarios, lo que equivale a aproximadamente una sola taza.
Sin embargo, se recomienda que, si es posible, no se consuma en absoluto. No hay una evidencia clara, pero podría ser arriesgado por el efecto de la sustancia estimulante en los vasos sanguíneos del útero.
La presión arterial alta y los problemas cardíacos tampoco son buenos compañeros para el café. El efecto estimulante puede agravar estos problemas y, como consecuencia, aumentar el riesgo de que el corazón sufra un ataque o se produzca un derrame cerebral.
También hay que prestar especial atención a cómo los medicamentos interactúan con la bebida. Hay algunos fármacos que pueden causar efectos secundarios muy graves al mezclarse con el café. Algunos ejemplos son los medicamentos indicados para el corazón o presión arterial.
No obstante, hay otros casos en los que también recomiendan reducir el consumo. Un ejemplo son las personas con problemas gastrointestinales. Estos pueden producir síntomas como la acidez estomacal, úlceras, reflujo ácido o colitis. Al ser el café una bebida con un pH bajo, su acidez puede agravar los problemas. Por este mismo motivo, se recomienda no consumirlo en ayunas, pues podría dañar los órganos.
Sobre el autor:
Laura Moro
Laura Moro es graduada en Periodismo y Comunicación Audiovisual por la Universidad Carlos III de Madrid, y está especializada en temas de salud y género. Su trayectoria profesional comenzó en Onda Cero Talavera.